miércoles, 31 de octubre de 2007

Reencarnación, transmigración de las almas, evolución e involución en el cristianismo gnóstico

El cristianismo y el judaísmo gnósticos siempre sentaron por hecho la transmigración de las almas, existiendo en el mundo tres teorías básicas para comprender los misterios de la vida y de la muerte. Las mismas que el filósofo rosacruz Max Heindel cita en su obra "Concepto Rosacruz del Cosmos", y que reproducimos para enfocarnos en el tema:

1. La Teoría Materialista sostiene que la vida es un viaje de la cuna a la tumba; que la mente es el resultado de ciertas correlaciones de la materia; que el hombre es la más elevada inteligencia del Cosmos; y que su inteligencia perece cuando el cuerpo se desintegra después de la muerte.
2. La Teoría Teológica afirma que a cada nacimiento un alma recién creada por las manos de Dios entra en la arena de la vida, pasando a un estado invisible, a través del nacimiento, a esta existencia visible; que al fin del corto período de la vida en el mundo material pasa, a través de las puertas de la muerte, al invisible más allá, de donde no vuelve más; que su felicidad o desdicha quedará determinada por toda la eternidad por las obras que haya hecho durante el infinitesimal período comprendido entre el nacimiento y la muerte.
3. La Teoría del Renacimiento (transmigración de las almas ) enseña que cada alma es una parte integrante de Dios, y que está desarrollando todas las posibilidades divinas, así como la semilla desarrolla una planta; que por medio de existencias repetidas en un cuerpo terrestre, que va mejorando la calidad gradualmente, esas posibilidades latentes se van desarrollando en poderes dinámicos; que nadie se pierde por este proceso, pues toda la humanidad alcanzará la meta de la perfección y la reunión con Dios.
La primera de estas teorías es monística. Trata de explicar todos los hechos de la existencia como un proceso del mundo material. Las otras dos teorías son dualísticas, esto es, que atribuyen ciertos hechos y fases de la existencia a estados suprafísicos e invisibles , si bien difieren grandemente en otros puntos.
Comparando la teoría materialista con las leyes conocidas del Universo, encontramos que la continuidad de la fuerza está tan bien establecida, como la continuidad de la materia, y ambas están más allá de toda necesidad de dilucidación. También sabemos que la fuerza y la materia son inseparables en el Mundo Físico. Esto es contrario a la teoría materialista que sostiene que la mente perece al ocurrir la muerte. Si nada puede ser destruido, debe incluirse también a la mente. Además , sabemos que la mente es superior a la materia, puesto que modifica el rostro, convirtiéndolo en un espejo de la mentalidad. Hemos descubierto además que las partículas de nuestros cuerpos cambian constantemente; que por lo menos cada siete años cambia cada átomo de los que se componen aquellos. Si la teoría materialista fuera cierta, la conciencia debiera sufrir también un cambio completo, sin conservar memoria de lo anterior, así que en cualquier tiempo ningún hombre podría recordar más que los sucesos habidos en los últimos siete años. Y así sabemos que no es ése el caso. Recordamos los sucesos de nuestra infancia. Muchos incidentes triviales, completamente olvidados en la consciencia ordinaria, se han recordado distinta y claramente de nuevo por personas que han estado a punto de perecer ahogadas y que luego han relatado esa experiencia. Experiencias similares en estado de trance son también muy comunes. El materialismo no puede explicar estas fases de sub y supraconsciencia. Las ignora sencillamente. En el grado actual de investigación científica en el que los hombres de ciencia han establecido más allá de toda duda la existencia de estos fenómenos, tratar de ignorarlos es un serio inconveniente para poder resolver el grandioso problema de la vida, la Vida misma.
Podemos, pues, pasar tranquilos de la teoría materialista a la próxima teoría, en el orden expuesto, por ser la primera completamente inadecuada para resolver el misterio de la vida y de la muerte.
Una de las más grandes objeciones que se le hacen a la doctrina teológica ortodoxa, tal como se expone, es su completa y evidente injusticia. De las miríadas de almas que han sido creadas y que han habitado este globo desde su principio, aún suponiendo que ese principio no sea anterior a seis mil años, el número que se salvaría es insignificante: !¡ciento cuarenta y cuatro mil!" 1 El resto está destinado a ser torturado para siempre. El mal tiene siempre la mejor parte. Y uno puede decir con Buda : "si Dios permite tales miserias no puede ser bueno, y si El no tiene el poder de impedirlas, no puede ser Dios".
No hay nada en la Naturaleza análogo a tal método de creación con objeto de que pueda destruirse a continuación. Se dice que Dios desea que TODOS se salven y que no le agrada la destrucción de ninguno, habiendo dado por su salvación a "Su único Hijo", y, sin embargo, ese "glorioso plan de salvación" falla por su base.
Si un vapor trasatlántico, llevando a bordo dos mil pasajeros, enviara un cablegrama diciendo que se está hundiendo en un banco de arena, ¿ se consideraría un "plan" glorioso de salvación el que se enviara en su socorro un pequeño bote automóvil capaz de salvar únicamente a dos o tres personas? Ciertamente que no. Sería más bien denunciado como un "plan de destrucción" el no enviar los socorros necesarios para salvar por lo menos a la mayoría de los pasajeros en peligro.
Pero el plan de salvación de los teólogos es mucho pero que eso, porque dos o tres sobre dos mil es una proporción intensamente mayor que el plan teológico de salvar únicamente 144.000 entre todas las miríadas de almas creadas. Podemos , pues, desechar también esa teoría como falsa, porque es irrazonable. Si Dios es omnisciente tendría un plan mejor y más eficaz. El teólogo dice que Dios es omnisciente y que la teoría expuesta es cierta. Pero las enseñanzas de la Biblia son muy diferentes, como veremos más tarde.
Consideraremos ahora la teoría del Renacimiento (transmigración) , que postula la doctrina de un lento desarrollo, efectuado persistentemente por medio de repetidas encarnaciones en formas de creciente eficiencia, por cuyo intermedio llegará un tiempo en el que todos alcanzarán la cumbre del esplendor espiritual, inconcebible para nosotros al presente. No hay nada irrazonable ni difícil de aceptar en tal teoría. Conforme miramos en torno nuestro, observamos esa lucha de la naturaleza por alcanzar la perfección, lenta pero persistentemente. No encontramos ningún proceso de creación súbita o destrucción, tal como postula el teólogo, y en cambio encontramos por doquier a la "Evolución".
La Evolución es la "historia del progreso del Espíritu en el Tiempo." En todas partes, conforme miramos los variados fenómenos del Universo, vemos que el sendero evolutivo es una espiral. Cada vuelta de la espiral es un ciclo. Cada ciclo se sumerge en el próximo, y las espirales son continuas, siendo cada ciclo el producto mejorado del precedente y el creador de los más desarrollados estados que le siguen.
Una linea recta no es sino la extensión de un punto. Ocupa una sola dimensión en el espacio. La teoría materialista y la teológica serían semejantes a esa linea. El materialista dice que la linea de la vida parte en el nacimiento y que la hora de la muerte la termina. El teólogo comienza su linea son la creación del alma inmediatamente al nacimiento. Después de la muerte el alma vive indefinidamente, estando su destino determinado por lo que sembró en el corto periodo de unos cuantos años. No puede volver atrás para corregir los errores. La línea sigue siempre recta, implicando una cantidad limitada de experiencia, y no habiendo elevación alguna para el alma después de la muerte.
El progreso natural no sigue una línea recta como implican esas teorías; ni siquiera un camino circular , porque eso significaría dar vueltas continuamente sin llegar nunca al fin. , que sería lo mismo que emplear solo dos dimensiones del espacio. Todas las cosas se mueven en ciclos progresivos de manera que puedan gozar de todas las ventajas y de todas las oportunidades de desarrollo que el universo de tres dimensiones pueda ofrecerles, siendo necesario que la vía evolucionante tome el sendero de tres dimensiones: la espiral que siempre va adelante y hacia arriba.
Bien sea que miremos la más modesta plantita de nuestro jardín, o que examinemos uno de los gigantescos árboles de California, con sus treinta pies de diámetro en el tronco, es siempre lo mismo; cada rama, tallo u hoja se verá que brota siguiendo una espiral simple o doble, o en pares opuestos, que equilibra el uno al otro, análogo al flujo y reflujo, al día y a la noche, a la vida y a la muerte y otras actividades alternativas de la Naturaleza.
Examinemos el arco del cielo y obsérvese la inmensa nebulosa o el sendero de nuestro Sistema Solar; por todas partes el ojo ve la espiral. En la primavera la Tierra sacude su manto blanco y despierta de su período de descanso, el sueño invernal. Todas las actividades tienen por objeto el producir nueva vida por doquier. El tiempo pasa. El trigo y las uvas maduran y se recogen. De nuevo el activo verano sigue al silencio y reposo del invierno. Nuevamente el manto blanco de nieve envuelve a la Tierra. Pero su sueño no es para siempre; de nuevo volverá a despertarse al oír el canto de la primavera, que marcará para ella un pequeño progreso más en el sendero del tiempo.
Y así sucede con el Sol. Se levanta en la mañana de cada día, pero cada mañana ha progresado o adelantado más en su jornada anual.
Por todas partes se encuentra la espiral: ¡hacia arriba y adelante , para siempre!
¿Sería posible que esta ley, tan universal en todos los otros reinos, no rigiera también en la vida humana? ¿Debería despertar la Tierra cada año de su sueño invernal; debería el árbol y la flor vivir de nuevo y el hombre morir para siempre? ¡No puede ser! La misma ley que despierta la vida en la planta para que crezca de nuevo, trae al hombre para que adquiera nuevas experiencias y progrese más hacia la meta de la perfección. Por lo tanto la teoría del Renacimiento o Transmigración, que afirma la encarnación repetida en vehículos de creciente perfección, está de perfecto acuerdo con la evolución y los fenómenos de la Naturaleza, con la que no están de acuerdo las otras dos teorías. "

Como vemos, la tesis de la transmigración resulta, atodas luces la más apropiada para comprender los misterios de la vida, y las aparentes injusticias que se observan hoy en día.

La Biblia, tiene muestras bastante evidentes de este misterio. Pero centrémonos básicamente en las referencias del Nuevo Testamento con la Ley de la Transmigración de las Almas, tal como lo explica la página del tercer testamento:
Juan el Bautista: El Dilema de los Teólogos Cristianos
A pesar de la controversia y de los numerosos intentos por parte de las grandes religiones y sectas cristianas establecidas por negar las evidencias que atañen a la reencarnación del profeta Elías en Juan el Bautista, dichas evidencias son de tal magnitud que no pueden continuar siendo ocultadas...
La controversia comienza a partir de una profecía entregada por Malaquías durante el reinado de Darío, unos buenos 350 años antes del nacimiento de Jesús...y la profecía dice así:
"He aquí, yo os envío el profeta Elías, antes que venga el
día de Jehová, grande y terrible.
Él hará volver el corazón de los padres hacia los hijos
y el corazón de los hijos hacia los padres..."
Malaquías 4:5,6

Como desde hace tiempo ha sido ampliamente aceptado tanto por los teólogos judíos como por sus colegas cristianos, la profecía se refiere a que, previamente a la llegada del Mesías, habría de regresar Elías de Tesbe, el profeta que fuera arrebatado al cielo en un carro de fuego.
El problema aquí es que las religiones y sectas cristianas se niegan hoy, siguiendo las órdenes, no de un Papa sino las dadas por el Emperador romano Justiniano al Segundo Concilio de Constatinopla en el año 533 a aceptar que en Juan Bautista reencarnara el espíritu de Elías, basando su negación en un solo versículo:
Y le preguntaron: ¿Qué pues? ¿Eres Tú Elías?
Dijo: No soy.

(Hagámos aquí un acápite: ¿cómo podrían los discípulos gnósticos de El Bautista algo que implica el concepto de la transmigración de las almas si es que no cryeran que, en efecto, esta era un hecho?)
¿Eres tú el profeta? Y respondió: No.
Le dijeron: ¿Pues quién eres? para que demos respuesta
a los que nos enviaron. ¿Qué dices de ti mismo?
Dijo: Yo soy la voz de uno que clama en el desierto:
Enderezad el camino del Señor, como dijo el profeta Isaías.
Juan 1:21,23
Esto parece ser contundente... y de hecho, así lo toman e interpretan los cristianos que no aceptan que pueda haber reencarnado Elías en Juan el Bautista, aunque curiosamente, omiten el explicar por qué Juan se autocalifica como "la voz de uno que clama en el desierto"... que es justamente la tarea que Elías habría de hacer. La explicación hacia esto viene más adelante en este documento.
Por el momento, comencemos revisando algunos puntos:

¿Por qué si Juan asegura no ser Elías, Jesús asevera exactamente lo contrario?

JUAN BAUTISTA DIJO:
Y le preguntaron: ¿Qué pues? ¿Eres Tú Elías? Dijo: No soy. ¿Eres tú el profeta? Y respondió: No. Le dijeron: ¿Pues quién eres? para que demos respuesta a los que nos enviaron. ¿Qué dices de ti mismo? Dijo: Yo soy la voz de uno que clama en el desierto: Enderezad el camino del Señor, como dijo el profeta Isaías. Juan 1:21-23

Número de citas con la refutación de que Juan el Bautista NO es Elías: 1

JESUS DIJO:
Y si queréis recibirlo, él es aquel Elías que había de venir. Mateo 11:14
Mas os digo que Elías ya vino, y no le conocieron, sino que hicieron con él todo lo que quisieron Mateo 17:12
Pero os digo que Elías ya vino, y le hicieron todo lo que quisieron, como ésta escrito de él. Marcos 9:13
Número de citas donde Jesús afirma que Juan el Bautista SI fue Elías: 3

Y al rehusarse a aceptar que Elías pueda haber reencarnado en Juan el Bautista, los teólogos cristianos se meten directamente en un brete porque surgen de inmediato dos preguntas:
¿Miente alguno de los dos? ...porque si en un texto vinieran dos conceptos totalmente opuestos (e.g.: "la Tierra es redonda", "la Tierra NO es redonda") necesariamente uno de los dos es falso. El asunto sería, en este caso, dilucidar cuál de las dos afirmaciones es la correcta y verdadera... y cuál no lo es.
y
Si Elías nunca regresó (como anunciara Malaquías) ¿cómo pudo entonces haber sido Jesús el Mesías? Resulta así, que si diéramos como buena la interpretación de que Elías NO fue Juan el Bautista, los teólogos judíos han tenido siempre la razón: Como Elías nunca llegó, tampoco lo hizo el Mesías... y por ello, lo continúan esperando.
Afortunadamente para nosotros, existen muchas cosas más que nos pueden ayudar a saber la verdad... y comprender que ni Juan el Bautista ni mucho menos Jesús dijeron mentira o inexactitud alguna...
El Libro de Malaquías
Este libro, el último en el Antiguo Testamento, es sumamente importante porque contiene la profecía del regreso de Elías, que se llevará a cabo, como veremos de inmediato, con la reencarnación de el más grande profeta de Israel en Juan el Bautista. Nótese que las palabras del último párrafo son citadas textualmente en el pasaje de Mateo 3, cuando el ángel anuncia a Zacarías que en su hijo Juan (el Bautista) encarnaría el espíritu del profeta Elías.
He aquí, yo os envío el profeta Elías, antes que venga el
día de Jehová, grande y terrible.
Él hará volver el corazón de los padres hacia los hijos
y el corazón de los hijos hacia los padres...
Malaquías 4:5,6
A continuación, uno tras otro para su mejor comparación, las descripciones en el Libro 2 de Reyes de la personalidad de Elías tesbita y en el Evangelio de Mateo de la personalidad de Juan el Bautista.
Y Juan estaba vestido de pelo de camello, y tenía un cinto
de cuero alrededor de sus lomos; y su comida era langostas
y miel silvestre.
Mateo 3:4
Y ellos le respondieron: Un varón que tenía vestido de pelo,
y ceñia sus lomos con un cinturón
de cuero. Entonces él dijo: Es Elías tesbita.
2 de Reyes 1:8
¿Simple coincidencia? Veamos. Cuando el mensajero de Dios se aparece ante Zacarías para anunciarle que su mujer va a tener un hijo en el cual encarnará un profeta, anuncia con total claridad que el espíritu que morará en esa criatura por nacer es nada menos que el de Elías, citando incluso a Malaquías:
E irá delante de él con el espíritu y el poder de Elías,
para hacer volver los corazones de los padres a los hijos,
y de los rebeldes a la prudencia de los justos, para preparar
al Señor un pueblo bien dispuesto. Lucas 1:17
Citemos ahora el versículo (el único) que usan incorrectamente las religiones occidentales que no pueden aceptar la ley de reencarnación porque naturalmente verían disminuido su poder moral y material sobre las consciencias de los hombres. Lo curioso es que al negar que Juan el Bautista fuera la reencarnación del espíritu de Elías, acaban por negar también las aseveraciones del mismo Divino Maestro, como se podrá ver claramente más adelante.
Y le preguntaron: ¿Qué pues? ¿Eres Tú Elías?
Dijo: No soy.
¿Eres tú el profeta? Y respondío: No.
Le dijeron: ¿Pues quién eres? para que demos respuesta
a los que nos enviaron. ¿Qué dices de ti mismo?
Dijo: Yo soy la voz de uno que clama en el desierto:
Enderezad el camino del Señor, como dijo el profeta Isaías.
Juan 1:21,23
Y ciertamente, cuando le preguntan los doctores de la ley a Juan el Bautista si era Elías, éste contesta que efectivamente, no lo es: él es Juan, hijo de Zacarías y Elizabeth.
Pero ¿qué hubiera sucedido si la pregunta le es formulada correctamente? "¿Llevas en tí el espíritu de Elías?" La respuesta, por supuesto, hubiera sido otra, confirmando lo anunciado por el ángel a Zacarías.
Y todavía existe la otra posibilidad: de que como viene constatado en Eclesiastés, el recuerdo de vidas pasadas hubiera estado vedado también para Juan el Bautista, pero Jesús, siendo el Hijo del Hombre y el Verbo Encarnado, era conocedor de todas estas cosas ocultas al normal de los mortales.
De no haber llegado el espíritu de Elías a morar en la vida y cuerpo de Juan el Bautista, las profecías de Malaquías 4 y Lucas 1 no se hubieran cumplido y el Mesías, al no regresar Elías, ¡aún no hubiera llegado! Los teólogos cristianos le están dando, inadvertidamente, la razón a los teólogos ortodoxos judíos que continúan negando que Jesús haya sido el Mesías porque también continúan esperando a Elías.
Tan no es así y que sí se cumplieron las profecías que Juan mismo lo aclara cuando reconoce ser la voz de aquel que clama en el desierto para preparar los caminos del Señor. Si Juan el Bautista no hubiese llevado en sí el espíritu del profeta Elías, ¿por qué entonces Jesús de Nazaret, el Mesías esperado de Israel, y a quien reconocemos como el Cristo, afirmaría de una manera tan rotunda éso?
Y si queréis recibirlo, él es aquel Elías que había de venir.
Mateo 11:14
Mas os digo que Elías ya vino, y no le conocieron,
sino que hicieron con él todo lo que quisieron
Mateo 17:12
Pero os digo que Elías ya vino, y le hicieron todo lo que
quisieron, como ésta escrito de él.
Marcos 9:13
Es aquí cuando los teólogos enmudecen. Y se meten en el brete de tachar de mentiroso, debido a su incorrecta interpretación, sea a Juan el Bautista ¡o al mismo Cristo! El hecho de que entre los judíos contemporáneos a Jesús existía ya la noción y el conocimiento aceptado de la ley de reencarnación del espíritu lo demuestra el siguiente versículo, totalmente innecesario si el caso contrario hubiese sido lo verdadero:
Otros decían: Es Elías. Y otros decían: Es un profeta,
o alguno de los profetas.
Marcos 6:14,15
Tan era normal la noción de la reencarnación entre el pueblo de Israel, que de otro modo no se podría explicar el que Jesús a veces fuera tomado como la reencarnación de alguno de los profetas. En Marcos 8:27, Jesús mismo es quien pregunta a Sus discípulos:
"¿Quién dicen los hombres que soy yo?"
Ellos respondieron: Unos, Juan el Bautista,
otros, Elías; y otros, alguno de los profetas.
Marcos 8:27
El consenso de opinión general pareciera haber sido en ese momento de que Él era la reencarnación ya sea, de Juan el Bautista o de alguno de los profetas del Antiguo Testamento. El hecho de que muchos opinaran así demuestra que la reencarnación era un concepto ampliamente difundido y aceptado en el Israel contemporáneo de Jesús...incluyendo por lo que se puede ver, al mismo Divio Maestro, quien no corrige ni enmienda esa noción.
Una lectura del siguiente versículo arroja aún más luz sobre el conocimiento que los discípulos tenían ya de la reencarnación.
Al pasar Jesús vió a un hombre
ciego de nacimiento.
Y le preguntaron sus discípulos, diciendo:
Rabí, ¿quién pecó, éste o sus padres
para que haya nacido ciego?
Juan 9:1,2
¿Qué sentido hubiese tenido que los discípulos de Jesús hubieran formulado esta pregunta si no supieran que se puede pecar antes de nacer, es decir, en una existencia anterior? ¿O es que alguien puede ser "castigado" por Dios -desde su nacimiento- antes de haber cometido pecado alguno?
Sin embargo aclaremos en este punto que la evolución y transmigración de las almas no implica la salvación absoluta de todos los sres, ya que el gnosticismo primitivo reconoció también la ley de la involución, y asi como esta bien sustentada por Heindel la evolución, también es un hecho la involución:
Existe EVOLUCION en la planta que germina, se desarrolla y crece; existe INVOLUCION en el vegetal que envejece y decrece lentamente hasta convertirse en un montón de leños.
Existe EVOLUCION en todo organismo que se gesta, nace y se desarrolla; existe INVOLUCION en toda criatura que caduca y muere.
Existe EVOLUCION en cualquier unidad cósmica que surge del caos; existe INVOLUCION en todo planeta en estado de consunción llamado a convertirse en Luna, en cadáver...
Hay EVOLUCION en toda civilización ascendente; hay INVOLUCION en cualquier cultura de tipo descendente...
Oleadas ESENCIALES inician su EVOLUCION en el reino mineral; prosiguen con el estado vegetal; continúan en la escala animal y por último alcanzan el nivel de tipo humanoide intelectivo...
Oleadas de vida descienden luego involucionando dentro del interior del organismo planetario para bajar por las escalas animal y vegetal hasta regresar al reino mineral.
Con mucha justeza se nos ha dicho que cualquier período humanoide consta siempre de ciento ocho existencias de tipo evolutivo e involutivo, más o menos alternadas.
Aclaro: a cada CICLO humanoide racional se le asignan ciento ocho vidas .
Después de cada época humanoide, de acuerdo con las leyes del tiempo, espacio y movimiento, gira inevitablemente la rueda del arcano diez del TARO; entonces resulta palmario y manifiesto que las oleadas de vida involucionando descienden en el interior del organismo planetario para re-ascender evolutivamente más tarde...
Tres mil veces gira la rueda del SAMSARA. Comprender esto, captar su honda significación es indispensable e inaplazable si es que realmente anhelamos la liberación final.

Es decir: una persona que en el lapso mecánico de la evolución no alcance la unión mística con Dios, la Redención Gnóstica que implica la muerte del yo pecador y el nacimiento del alma, indudablemente cae en los abismos.

Por eso es que también la Biblia en los antiguos y nuevo testamentos indica claramente que quién no alcance la salvación de su alma morirá en la Muerte Segunda:

“La multitud de los que duermen en la tumba se despertarán, unos para la vida eterna, y otros para la vergüenza y el horror eterno” (Daniel, 12,2).

Y también la promesa neotestamentaria de “buenos” y “malos” (Hechos 24,15); que serán juzgados ante el tribunal supremo del Hijo de Dios (Mateo 25,31-46; Juan 6,40; Hechos 17,31; Apocalipsis 20,11-15).

Sin duda el tema es bastante amplio y necesita mas estudios específicos, la comprensión de temas como la "la muerte física, la muerte mística y la muerte segunda"; las refutaciones de tipo teológico tradicional básicamente caen en un error de comprensión de estos puntos. Aunque muchas de ellas tienen correcta explicación:

1.-“Está establecido que los hombres mueran una sola vez, y luego comparezcamos ante el juicio de Dios” (Hebreos 9,27). Lo cual no está en discusión. En esta dimensión el cuerpo físico muere una sola vez, después de la cual el Alma pasa al juicio de los mundos internos. En este juicio se establece la suerte del Alma, según ley del Karma, es decir, una nueva existencia de tipo evolutivo, involutivo. O bien, la muerte segunda y el Abismo si esta en el final de su ciclo. Por tanto para cada exitencia hay UNA muerte y UN juicio. Lo mismo vale para las citas de Eclesiastés 12,7; 2Corintios 5,10

2.- "Con la esperanza en Dios, la cual ellos también abrigan, de que ha de haber resurrección de los muertos, así de justos como de injustos"(Hechos 24,15); que serán juzgados ante el tribunal supremo del Hijo de Dios (Mateo 25,31-46; Juan 6,40; Hechos 17,31; Apocalipsis 20,11-15). En estos capítulos se refiere, pues, a los tiempos en que se cumpla el ciclo final de encarnaciones en el proceso de la transmigración. Es obvio que tras largos padecimientos algunos alcanzarán la Unión mística con Cristo (la segunda venida, que es interior) y otros tantos la condenación eterna.

Cuando se define bien el cuerpo físico del alma, se dilucidan muchas contradicciones. No hay contradicción entre la transmigración y el juicio final para el gnosticismo cristiano. Sin duda estas serían menores, si se hubiera tenido la consideración de conservar la pureza de estos textos sagrados. Temas que sin necesariamente, tocaremos en otra ocasión.

lunes, 29 de octubre de 2007

El verdadero significado de la Navidad

Sobre el simbolismo de la Navidad... es claro que éste es un evento maravilloso, sobre el cual urge meditar profundamente.
El Sol, cada año, realiza un viaje elíptico que comienza desde el 25 de diciembre en adelante. Luego regresa otra vez hacia el Polo Sur, hacia la zona donde está la Antártida. Por eso, precisamente, vale que reflexionemos en su honda significación.
Por estos tiempos comienza el frío, aquí en el Norte, debido precisamente a que el Sol se está alejando hacia las regiones australes, y el 24 de diciembre el Sol habrá llegado al máximum, en su viaje hacia el Sur. Si no fuera porque el Sol avanza hacia el Norte, desde el 25 de diciembre en adelante, moriríamos de frío, la Tierra entera se convertiría en una mole de hielo y perecería, realmente, toda criatura, todo aquello que tenga vida. Así, pues, bien vale la pena que reflexionemos en el acontecimiento de la Navidad...
El Cristo-Sol debe avanzar para darnos su vida, y en el equinoccio de la primavera se crucifica en la Tierra; entonces madura la uva y el trigo. Y es precisamente en la primavera cuando debe el Señor pasar por su vida, pasión y muerte, para luego resucitar (la Semana Santa es en primavera). El Sol físico no es más que un símbolo del Sol espiritual, del Cristo-Sol. Cuando los antiguos adoraban al Sol, cuando le rendían culto, no se referían propiamente al Sol físico. No, se le rendía culto al Sol espiritual, al Sol de la medianoche, al Cristo-Sol.
Incuestionablemente, es el Cristo-Sol quien debe guiarnos en los mundos superiores de conciencia cósmica. Todo místico que aprende a funcionar fuera del cuerpo físico a voluntad es guiado por el Sol de la medianoche, por el Cristo Cósmico.
Es necesario aprender a conocer los movimientos simbólicos del Sol de la medianoche. Él es quien guía siempre al iniciado, él es quien nos orienta, él es quien nos indica lo que debemos y no debemos hacer. En el sentido esotérico más profundo, teniendo en cuenta que todo iniciado sabe salir del cuerpo físico a voluntad.
Desde que uno está en la Senda tiene que guiarse por el Sol de la medianoche, por el Cristo-Sol, aprender a conocer sus señales, sus movimientos. Si uno lo ve, por ejemplo, hundirse allá en el ocaso, ¿qué nos está indicando?. Sencillamente, que algo debe morir en nosotros. Si uno lo ve surgir por el oriente, ¿qué nos dice eso?. Que algo debe nacer en nosotros...Cuando salimos bien en las pruebas esotéricas, él brilla en toda su plenitud (en el horizonte). El Señor nos orienta en los mundos superiores, y uno tiene que aprender, pues, a conocer sus señales.
Dubuy, y muchos otros, han estudiado el maravilloso acontecimiento de la Navidad. No hay duda (y eso lo reconoce Dubuy) de que todas las religiones de la antigüedad celebraron la Navidad... Así como el Sol físico avanza hacia el Norte, para dar vida a toda la creación, así también el Sol de la medianoche, el Sol del espíritu, el Cristo-Sol, nos da vida si nosotros aprendemos a cumplir con sus mandamientos.En las sagradas escrituras, obviamente, se habla del acontecimiento solar (y hay que saberlo entender entre líneas). Cada año se vive, en el macrocosmos, todo el drama cósmico del Cristo-Sol (cada año, repito). Téngase en cuenta que el Cristo-Sol debe crucificarse cada año en el mundo, vivir todo su drama de la vida, pasión y muerte, para luego resucitar en todo lo que es, ha sido y será, es decir, en todo lo creado. Así es como todos recibimos la vida del Cristo-Sol. También es cierto que cada año el Sol, al alejarse por las regiones australes, nos deja aquí en el Norte tristes, pues él va a dar la vida a otras partes. Las noches largas del invierno son fuertes; en tiempo de Navidad, los días son cortos y las noches largas.
Conviene que entendamos lo que es, ciertamente, el drama cósmico. Se hace necesario que en nosotros también nazca el Cristo-Sol (él debe nacer en nosotros).
En las sagradas escrituras se habla claramente de "Belén" y de un "establo" donde él nace. Ese "establo" de "Belén" está dentro de nosotros mismos, aquí y ahora. Precisamente, en ese "establo interior" moran los animales del deseo, todos esos "Yoes" pasionarios que cargamos en nuestra psiquis; eso es obvio. Belén mismo, es un nombre esotérico.
En tiempos en que el Gran Kabir Jesús vino al mundo, la aldea de Belén no existía.
De manera que eso es completamente simbólico. Bel es una raíz caldea que significa "Torre del Fuego". De manera que, propiamente dicho, "Belén" es "Torre de Fuego". ¿Quién podría ignorar que BEL es un término caldeo que corresponde, precisamente, a la Torre de Bel, la Torre del Fuego?. Así, pues, Belén es simbólico completamente.
Cuando el Iniciado trabaja con el Fuego Sagrado, cuando el Iniciado elimina de su naturaleza íntima los "agregados psíquicos", cuando en verdad está realizando la Gran Obra, indubitablemente ha de pasar por la Iniciación Venusta.
El descenso del Cristo al corazón del hombre, es un acontecimiento cósmico-humano de gran trascendencia. Tal evento corresponde, en verdad, a la iniciación venusta.
Muchos suponen que el Cristo, exclusivamente, fue Jesús de Nazareth, y están equivocados. Jesús de Nazareth como hombre, o mejor dijéramos, Jeshuá Ben Pandirá como hombre, recibió la iniciación venusta, lo encarnó; mas no es el único que haya recibido tal Iniciación.
Así pues que, debemos entender al Cristo como es: no como una persona, no como un sujeto. El Cristo está más allá de la personalidad, del "Yo" y de la individualidad; el Cristo, en esoterismo auténtico, es el Logos, el Logos Solar, representado por el Sol. Ahora comprenderemos por que los incas adoraban al Sol, los nahuas le rendían culto al Sol, los mayas lo mismo, los egipcios idénticamente, etc.
No se trata de la adoración a un Sol físico, no, sino a lo que oculta tras ese símbolo físico. Obviamente, se adoraba al Logos Solar, al Segundo Logos. Ese Logos Solar es unidad múltiple perfecta (la variedad es unidad).
En el mundo del Cristo Cósmico, la individualidad separada no existe; en el Señor, todos somos Uno.
...El Cristo íntimo debe salvarnos, pero salvarnos desde adentro a todos nosotros. Quienes aguardan la venida de Jesús de Nazareth para un remoto futuro, están equivocados. El Cristo debe venir ahora, desde adentro; la segunda venida del Señor es desde adentro, desde el fondo mismo de la conciencia. Por eso está escrito lo que él dijo: "Si oyeres a alguien diciendo que en la plaza pública está el Cristo, no creáis. Y si os dijeran: está allí en el templo, predicando, no creáis...". Es que el Señor no vendrá esta vez desde afuera, sino desde adentro; vendrá desde el fondo mismo de nuestro corazón, si nosotros nos preparamos.
Pablo lo aclara, diciendo: "De su virtud tomamos todos gracia por gracia"; entonces, hay documentación. Si uno se estudia cuidadosamente a Pablo de Tarso, veremos que rara vez alude (él) al Cristo histórico. Cada vez que Pablo de Tarso habla sobre Jesucristo, se refiere al Jesucristo Interior, al Jesucristo Íntimo, que debe surgir en el fondo de nuestro espíritu, de nuestra alma. (1)

En tanto un hombre no lo haya encarnado, no puede decirse que posee la vida eterna. Sólo él puede, verdaderamente, darnos vida, y dárnosla en abundancia. Así, pues, debemos ser menos dogmáticos y aprender a pensar en el Cristo Íntimo... ¡Eso es grandioso!

Samael Aun Weor
(1) Pablo dice también: ‘Ya no vivo yo, es Cristo que vive en mí’ (Gál 2, 20).

viernes, 26 de octubre de 2007

El Libro de Enoch y la simbologia cristiana esotérica

Enoch, el "Hijo del hombre". Los judíos, o mejor dicho sus sinagogas, tienen en mucho aprecio el Mercavah y repudian el Libro de Enoch; ya porque no estuvo desde un principio incluido entre sus libros canónicos, ya porque según opina Tertuliano: Los judíos lo rechazaron como las demás Escrituras que hablan de Cristo . Pero ninguna de estas razones, era la verdadera. El Synedrión no quiso admitirlo por considerarlo más bien obra de magia que cabalística. Los teólogos, tanto católicos como protestantes, lo clasifican entre los libros apócrifos; a pesar de que el Nuevo Testamento particularmente los Hechos y las Epístolas, rebosa de ideas (aceptadas hoy como dogmas por la infalible Iglesia romana y otras), y aun de frases enteras tomadas en verdad del autor que con el nombre de "Enoch" escribió en lengua aramaica o siriaco-caldea el libro citado, según afirma el arzobispo Laurence, traductor del texto etíope. Son tan evidentes los plagios, que el autor de La Evolución del Cristianismo, editor de la traducción Laurence, no pudo por menos que hacer algunas observaciones muy sugestivas en su Introducción.


Tiene el convencimiento de que el Libro de Enoch se escribió antes de la era (sin importarle sea en dos o en veinte centurias); y como lógicamente arguye dicho autor: Es la inspirada predicción de un gran profeta hebreo, que con admirable exactitud vaticinó las enseñanzas de Jesús Nazareno, o la leyenda semítica de que este último tomó sus ideas de la triunfal vuelta del Hijo del hombre, para ocupar un trono entre regocijados santos y los atemorizados réprobos, en respectiva espera de la perdurable bienaventuranza o del fuego eterno. Y ya se acepten estas visiones como humanas o como divinas, han ejercido tan poderosa influencia en los destinos de la humanidad durante cerca de dos mil años, que los que ingenua e imparcialmente buscan la verdad religiosa, no pueden demorar por más tiempo la investigación de las relaciones entre el Libro de Enoch y la revelación, o evolución del Cristianismo.


Dice además que el Libro de Enoch: También admite el sobrenatural dominio de los elementos, mediante la acción de ángeles que presiden sobre los vientos, el mar, el granizo, la escarcha, el rocío, el relámpago ye le trueno. Asimismo menciona los nombres de los principales ángeles caídos, entre los cuales hay algunos idénticos a los invisibles poderes que se invocaban en los conjuros (mágicos) cuyos nombres se encuentra grabados en los cálices o copas de terra-cotta, empleados al efecto por los caldeos y judíos. También se lee en estos cálices la palabra "Halleluiah"; por lo que se ve que: Una palabra empleada por los sirio-caldeos en sus conjuros, ha llegado a ser, por vicisitudes del lenguaje, la palabra misteriosa de los modernos reformistas. El editor de la traducción Laurence cita, después de esto, cincuenta y siete versículos de diversos pasajes de los Evangelios y de los Hechos de los Apóstoles, cotejándolos con otros tantos del Libro de Enoch y dice: Los teólogos han fijado mayormente su atención en el pasaje de la Epístola de Judas, porque el autor nombra al profeta; pero las acumuladas coincidencias de palabra y de idea que se notan entre Enoch y los autores del Nuevo Testamento, según aparece en los pasajes citados, muestran evidentemente que la obra del Milton semítico fué la inagotable fuente en que bebieron los evangelistas y apóstoles, o los que escribieron en su nombre; tomando de ella las ideas de la resurrección, juicio final, inmortalidad, condenación y del reinado universal de la justicia bajo la eterna soberanía del Hijo del hombre.


Estos plagios evangélicos llegan al límite en el Apocalipsis de San Juan, quien adapta al cristianismo las visiones de Enoch, con retoques en que se echa de menos la sublime sencillez del gran maestro de predicción apocalíptica, que profetizó en nombre del antediluviano patriarca. En honor de la verdad, debía al menos haber expuesto la hipótesis de que el Libro de Enoch, tal como hoy se conoce, es meramente una copia de textos mucho más antiguos, adulterada con numerosas adiciones e interpolaciones, unas anteriores y otras posteriores a la era cristiana. Las investigaciones modernas acerca de la fecha en que se compuso el Libro de Enoch señalan que en el capítulo LXXI se dividen el día y la noche en diez y ocho partes, de las que doce forman el día más largo del año, siendo así que en Palestina no podría haber habido día de diez y seis horas. Sobre el particular, observa el traductor, arzobispo Laurence: La región en que vivió el autor debió de estar situada entre los 45º latitud norte, en donde el día más largo es precisamente de diez y seis horas. De esto se infiere que el autor del Libro de Enoch lo escribió en un país situado en la misma latitud de los distritos septentrionales del mar Caspio y del mar Negro, y tal vez perteneciera a una de las tribus que Salmanasar se llevó, y colocó: "en Halah y en Habor cerca del rio Goshen, y en las ciudades de los Medos" . Más adelante se confiesa que: No es posible asegurar que estemos convencidos de que el Antiguo Testamento supere al Libro de Enoch... El Libro de Enoch enseña la preexistencia del Hijo del hombre, el Elegido, el Mesías, que "desde el principio existía en secreto", y cuyo nombre era invocado "en presencia del Señor de los Espíritus, antes de la creación del Sol y de las constelaciones". El autor alude también a la "otra Potestad que en aquel día estaba sobre la tierra y sobre las aguas" viéndose en ello cierta analogía con las palabras del Génesis (I, 2). [Nosotros sostenemos que se aplica igualmente al Narayana indo " que se mueve sobre las aguas".] Así tenemos al Señor de los Espíritus, al Elegido, y una tercera Potestad, lo que al parecer simboliza la futura Trinidad de los cristianos [así como la Trimurti]; pero aunque la idea mesiánica de Enoch ejerciese sin duda alguna grandísima influencia en los primitivos conceptos de la divinidad del Hijo del hombre, no tenemos suficientes indicios para identificar su obscura alusión a otra "Potestad", con la Trinidad de la escuela alejandrina; y mucho más dado que los "ángeles poderosos" abundan en las visiones de Enoch .


Difícilmente se engañaría un ocultista al identificar dicha "Potestad". El editor termina sus notables observaciones añadiendo: De modo que podemos conjeturar que el Libro de Enoch fue escrito antes de la era cristiana por un gran profeta anónimo de raza semítica (?), quien, creyéndose inspirado en una época posterior de la de los profetas, tomó el nombre de un patriarca antediluviano , para dar mayor autenticidad a su entusiasta predicción del reinado del Mesías. Y como el contenido de este maravilloso libro entra copiosamente en el texto del Nuevo Testamento, se deduce que, de no estar el autor proféticamente inspirado al vaticinar las enseñanzas de Cristo, hubiera sido un visionario entusiasta, cuyas quiméricas ilusiones prohijaron los apóstoles y evangelistas como verdades reveladas. De este dilema depende el atribuir al cristianismo origen humano o divino . El resumen de cuanto queda dicho, se encierra en las palabras del mismo editor: El lenguaje y las ideas de la supuesta revelación se encuentran ya en otra obra anterior, que los evangelistas y los apóstoles tuvieron por inspirada, pero que los modernos teólogos clasifican entre las apócrifas . Esto explica también la repugnancia de los reverendos bibliotecarios de la Biblioteca Bodleiana en publicar el texto etíope del Libro de Enoch.


Las profecías de éste se refieren en realidad a cinco de las siete razas, quedando en secreto todo lo relativo a las dos últimas. Así, pues, resulta errónea la observación del editor al decir que: El capítulo XCII contiene una serie de profecías que abarcan desde los tiempos de Enoch hasta mil años después de la actual generación. Las profecías se extienden hasta el fin de la raza actual y no tan sólo a "mil años" contados desde ahora. Muy cierto es que: En el sistema cronológico adoptado [por los cristianos], suele llamarse día a un siglo [a veces], y semana a siete siglos. Pero este sistema es fantástico y arbitrariamente traído a propósito por los cristianos para cohonestar ciertos hechos y teorías con la cronología bíblica, y no representa el primitivo concepto. Los "días" se refieren al período indeterminado de las razas ramales, y las "semanas" a las subrazas, sin que en la traducción inglesa se encuentre palabra representativa de las razas raíces que se aluden sin embargo. Además es completamente errónea la frase de la página 150, que dice: Después, en la cuarta semana, se verán las visiones de lo santo y de lo justo, se establecerá el orden de generación tras generación.En el original se lee:"se había establecido en la tierra el orden de generación tras generación". Esto es, "después de que la primera raza humana procreada de un modo verdaderamente humano se había originado en la tercera raza raíz"........ lo cual altera completamente el significado. Todo cuanto en la traducción inglesa y en las mal cotejadas copias del texto etíope se expone como si hubiera de suceder en lo futuro, lo exponen en pretérito los manuscritos caldeos originales; esto es, no como profecía, sino como narración de acontecimientos ya realizados. Cuando Enoch empieza a "hablar según un libro", está leyendo el relato hecho por un gran vidente, del cual y no de él son las profecías. El nombre de Enoch o "enoichion", significa vidente o "vista interna", y por lo tanto, a todo profeta y adepto se le puede llamar "enoichion" sin convertirlo en un pseudo Enoch.


Pero el vidente que compiló el Libro de Enoch, se nos muestra como lector de un libro en el siguiente pasaje: Nací el séptimo en la primera semana [la séptima rama o raza ramal, de la primera subraza en la tercera raza raíz, después que comenzó la generación sexual]......Pero después de mí, en la segunda semana [segunda subraza] se levantarán grandes maldades [se levantaron más bien]; aconteciendo en esta semana el fin de la primera para salvación del género humano. Pero cuando la primera se complete crecerá grandemente la iniquidad. Tal como está la traducción ( es decir, sin los paréntesis de la autora), carece de sentido. Estudiando el texto esotérico tal como está, quiere decir sencillamente que la primera raza raíz acabará en tiempos de la segunda subraza de la tercera raza raíz, durante cuyo período se salvará el género humano; sin referirse nada de esto, al diluvio bíblico. El versículo décimo alude a la sexta semana [sexta subraza de la tercer raza raíz] al decir: Todos aquellos que estén en ella quedarán en tinieblas, y sus corazones, olvidarán la sabiduría [se apartará de ellos el divino conocimiento] y en ella ascenderá un hombre. Algunos intérpretes creen por algunas misteriosas razones que ellos sabrán que este "hombre" es Nabucodonosor; pero verdaderamente se alude al primer hierofante de la primera raza completamente humana (después de la alegórica caída en la generación), elegido para perpetuar la sabiduría de los devas (ángeles o elohim). Es el primer "Hijo del hombre", como misteriosamente se llamaban los divinos iniciados de la primitiva escuela de los Manushi (hombres), al finir la tercera raza raíz.


También se le llama "Salvador", puesto que Él, y los demás hierofantes, salvaron a los elegidos y a los perfectos del cataclismo geológico en que perecieron cuantos entre los goces sexuales habían olvidado la primieval sabiduría. Y durante este período [el de la "sexta semana", o sexta subraza], quemará con fuego la casa solariega [el continente poblado a la sazón]; y quedará dispersada la raza entera de la simiente elegida. Esto se refiere a los iniciados electos y de ningún modo al pueblo judío, supuesto elegido de Dios o la cautividad de Babilonia, según interpretan los teólogos cristianos. Además, considerando que vemos a Enoch, o a su perpetuador mencionando la ejecución de "la sentencia contra los pecadores" en varias "semanas" diferentes, y que durante esta cuarta época (la cuarta raza) "toda obra de malvados desaparecerá de la faz de la tierra", difícilmente podemos referir estas palabras al único diluvio de la Biblia, y mucho menos a la cautividad de Babilonia.


De lo expuesto se deduce que como el Libro de Enoch abarca cinco razas del manvantara, con leves alusiones a las dos futuras, no puede ser seguramente una compilación de "profecías bíblicas", sino de hechos entresacados de los libros secretos de Oriente. Al fin de cada raza raíz sobreviene un cataclismo geológico, alternativamente producido por el fuego y por el agua. Inmediatamente después de la "caida en la generación sexual", la hez de la tercera raza raiz (los que se sumieron en la sensualidad con olvido, de las enseñanzas de los divinos instructores), quedó destruída, surgiendo entonces la cuarta raza, a la que a su vez destruyó el último diluvio.


Fuente: "La doctrina Secreta" de Helena P. Blavatsky


miércoles, 24 de octubre de 2007

¿La Biblia, tal como la conocemos nos da una visiòn auténtica de Dios?

Hemos referido en textos anteriores que el hecho de fiarnos de las Escrituras Bíblicas, tal y como las conocemos hoy, no constituye ,de ninguna manera, una manera fiable de acceder por completo a los misterios de Dios. No con ello decimos que sea un texto inservible. Nada de eso, la Biblia contiene muchas doctrinas y mandamientos que permiten que un ser humano común y corriente pueda acceder a un nivel óptimo en su relación con Dios.
La prueba mas evidente, es que la historia nos presenta innumerables casos de seres santificados, beatificados y de elevada moral, cuya misión hubiera sido limitada en sus respectivas sociedades, sin el auxilio de las Escrituras Santas.

Lo que decimos es que a la luz del tiempo y la revelación, estos textos contienen sabiduría incluso más profunda que la que puede ser accesible a través de la mera literalidad. La Biblia contiene hasta siete niveles distintos de interpretación, y no podemos acceder a ellos sin una guiatura de tipo místico espiritual adecuada; sin conocer el contexto en el cual se desarrollaron estos sagrados escritos.

Agreguese a ello lo que ya hemos referido en otros posts: el arbitrario establecimiento del canón bíblico tras en concilio ecuménico niceno. Hoy los teólogos de romanismo, el grecismo y el germanismo aceptan a pie juntillas los textos de ese canón netamente católico, sin objetar la presencia de los textos llamados apócrifos.

Para conocer un poco de este tema, nos remitimos al texto de Max Heindel, respecto a la Biblia.

"Antes de proceder al análisis, es necesario decir que las palabras del lenguaje hebreo, especialmente el estilo antiguo, se suceden unas en otras y no están separadas o divididas como las de nuestro lenguaje. Añádese a esto que existía la costumbre de sacar las vocales de la escritura, de manera que su lectura depende mucho de donde se inserten aquéllas, y se verá cuán grandes son las dificultades que hay que sortear para acertar con el significado original. Un ligerísimo cambio puede alterar casi completamente el significado de cualquier sentencia.
Además de esas grandes dificultades debemos también saber que de los cuarenta y siete traductores de la versión del Rey Jaime (la más comúnmente usada en Inglaterra y Norte América) únicamente tres eran eruditos del hebreo, y de esos tres, dos murieron antes de que se tradujeran los salmos. Debemos tener en cuenta, además, que el acta que autorizaba la traducción prohibía a los traductores todo párrafo que pudiera desviar grandemente las creencias ya existentes o perturbarlas. Es evidente, por lo tanto, que las probabilidades de conseguir una traducción correcta eran bien escasas.
Ni esas condiciones fueron tampoco más favorables en Alemania, porque allí fue Martín Lutero el único traductor y hasta no la tradujo del texto original hebreo, sino simplemente de un texto latino. La mayoría de las versiones empleadas por los protestantes continentales de los diversos países son simples traducciones a diferentes idiomas de la traducción de Lutero.
Ciertamente, ha habido revisiones, pero no han mejorado grandemente la materia. Además, hay gran número de personas en que insisten en que el texto traducido de sus respectivas Biblias es absolutamente exacto desde la primera hasta la última letra, como si la Biblia hubiera sido escrita originalmente en esos idiomas y o que sus versiones sean copia fidedigna de los manuscritos originales. Así que, los antiguos errores subsisten, a pesar de los esfuerzos que se han hecho para quitarlos.
Débese notar también que los que originalmente escribieron la Biblia no intentaron dar la verdad de una manera que todo el que quisiera pudiera leerla. Nada estaba tan lejos de su mente que escribir "un libro abierto sobre Dios". Los grandes ocultistas que escribieron el Zohar son muy categóricos en este punto. Los secretos del Thorah no podían ser comprendidos por todos, como lo mostrará la cita siguiente:
"!Ay del hombre que ve en el Thorah (la ley) sólo simples recitados y palabras ordinarias! Porque, si en verdad, la contuvieran éstas, podríamos escribir aún hoy un Thorah mucho más digno de admiración. Pero no es así. Cada palabra del Thorah tiene un elevado significado y un misterio sublime... Los recitados del Thorah son los vestidos del Thorah. !Ay de aquel que tome esas vestiduras del Thorah por el Thorah mismo!... Los simples sólo notan los ornamentos y los recitados del Thorah. No saben nada más. No ven lo que está encerrado en estas vestiduras. El hombre más instruido no presta atención alguna a las vestiduras, sino al cuerpo que encierran".
Las palabras que anteceden dan a entender claramente la significación alegórica. San Pablo también dice inequívocamente que la leyenda de Abraham y de los dos hijos que tuvo de Sara y de Hagar, es puramente alegórica (Gal, IV: 22-26). Muchos pasajes están velados; otros deben entenderse al pie de la letra; y nadie que no posea la clave oculta puede descifrar las profundas verdades encubiertas en lo que muy a menudo aparentan ser feísimas vestiduras.
El secreto respecto a esas materias profundas y el uso invariable de alegorías cuando se permitía a las masas el ponerse en contacto con verdades ocultas se hará también patente en las prácticas de Cristo, quien siempre se dirigió a las multitudes con parábolas, explicando después privadamente a sus discípulos el profundo significado en ellas contenido. En varias ocasiones El les impuso el secreto sobre esas enseñanzas privadas.
Los métodos de San Pablo están también en armonía con esto, pues da "leche" o las enseñanzas más elementales, a los "niños" en fe, reservando la "carne", o las enseñanzas más profundas para los "fuertes", esto es para aquellos que se han capacitado para comprenderlas y recibirlas.
La Biblia judía fue escrita originalmente en hebreo, pero no poseemos ni una sola línea de escritura original. Ya en el año 280 antes de Jesucristo se hizo una traducción al griego, la Septuagésima. Aún en tiempos de Cristo, había ya una confusión tremenda y diversidad de opiniones respecto a lo que debía admitirse como original y a lo que había sido interpolado.
Hasta después de la vuelta del destierro en Babilonia, no comenzaron los escribas a recopilar las diferentes escrituras, y alrededor del año 500 D. C. apareció el Talmud, con el primertexto semejante al actual, el que, en vista de los hechos mencionados, no puede ser perfecto.
El Talmud estuvo en posesión de la escuela Masorética, la que desde el año 590 hasta el 800 D. C. estuvo principalmente en Tiberias. Después de enorme y pacientísima labor se escribió un Antiguo Testamento Hebreo, que es el más próximo al original que tenemos actualmente.
Este texto masotérico es el que usaremos en la siguiente dilucidación del Génesis, y no confiando sobre la obra de un solo traductor, será complementada con una traducción alemana, obra de tres eminentes literatos hebreos: H. Arnheim, M. Sachs y Jul Furst, quienes cooperaron con un cuarto, y el Dr. Zunz, que fue también el editor."

Hasta ahi con Heindel por hoy: Mientras tanto, no vendría mal recordar nuestro post respecto a el cristianismo primitivo y el referido concilio niceno.

martes, 23 de octubre de 2007

Sobre Bach, nosotros y la concepción de Dios como ordenador

Prima Pars
Quinta via sumitur ex gubernatione rerum. Videmus enim quod aliqua quae cognitione carent, scilicet corpora naturalia, operantur propter finem, quod apparet ex hoc quod semper aut frequentius eodem modo operantur, ut consequantur id quod est optimum; unde patet quod non a casu, sed ex intentione perveniunt ad finem. Ea autem quae non habent cognitionem, non tendunt in finem nisi directa ab aliquo cognoscente et intel-ligente, sicut sagitta a sagittante. Ergo est aliquid intelligens, a quo omnes res naturales ordinantur ad finem, et hoc dicimus Deum.

La quinta vía surge a partir del gobierno de las cosas. Ciertamente, vemos que hay cosas que carecen de conocimiento, a saber, los cuerpos naturales, las cuales operan movidas por un fin, el que queda claro a partir de todo aquello que siempre o frecuentemente opera del mismo modo, para conseguir aquello que es lo mejor. A partir de esto queda en evidencia que no llegan a conseguir ese fin por casualidad, sino que por una intención. Sin embargo, todo aquello que no tiene conocimiento no tiende hacia un fin sino es dirigido por algo que sí conoce e intelige, tal como la flecha es dirigida por el arquero. Por ende, hay algo inteligente, por el cual todas las cosas naturales están ordenadas de acuerdo a un fin, y a esto llamamos Dios.

“¿Qué quiere decir que este vía surja del gobierno de las cosas? Gobernar no un mero mandar, sino que es más bien dirigir, es indicar una dirección, una ruta a seguir: es ordenar. Ese orden no consiste en imponer una determinada disposición a algo, una disposición ajena a lo dispuesto, sino que tal disposición viene de cierta manera determinada por la cosa misma. La causa de tal disposición la encontramos en la cosa dispuesta.”

Es claro que las cosas que componen el mundo no son seres racionales, por lo que si es cierto que se dirigen ordenadamente hacia lo que es bueno y correcto, esto es, obedecen la dirección que les da su propia esencia, están siendo gobernadas por algo que conoce cual es su bien, su fin último.

Para Santo Tomás, eso que conoce el bien de cada una de las cosas es Dios.

Yendo un poco más allá, la existencia de Dios se deduce de la certeza, del conocimiento inicial, de que es Dios mismo el orden, lo que ordena, y hacia donde todo es ordenado.

Este conocimiento no nace de la especulación, pues los conceptos fin último, bien y orden, entendidos bajo la óptica cristiana, no responden a una pregunta sobre el mundo, sino que constituyen un principio, o mejor dicho, son parte esencial de lo que llamamos fe.
La fe en Dios se basa en estos principios, pues son ellos los que suponen una creación ordenada hacia el bien.

Ahora, Santo Tomás llama a este razonamiento “vía”. La llama así pues es uno de los caminos que describe para encontrarse con Dios y ver su cara.

De esto se desprende que descubriendo el orden del mundo se puede ver a Dios, pues Dios habita en el orden.

Es bajo esta premisa, este pensamiento profundamente creyente, que el arte sacro, y de manera particular, la música sacra, se construye, pues el arte sacro es, esencialmente, un arte ordenado, un arte que intenta mostrar el rostro de Dios creador, de Dios ordenador mediante la creación de objetos cuya belleza radica en su clara y coherente manifestación del Ordo Mundi, el orden del mundo, Dios mismo.

Revisemos en este punto la música de Bach. Tradicionalmente se ha entendido a Bach como un maestro del contrapunto y de la armonía. Generaciones de músicos se han maravillado con la claridad de sus ideas, con el uso brillante de los materiales que utiliza en sus obras., con su habilidad discursiva.

¿Este talento a qué responde?, o mejor dicho, ¿cuál es la necesidad estética que obliga a Bach a hacer una música como la que hizo?

El libro de su segunda mujer, Ana Magdalena, se nos muestra al viejo maestro como un hombre profundamente religioso. De hecho, hay dos momentos en el libro, momentos capitales, en los que esta aseveración cobra una profundidad sorprendente.

El primer momento es el día de su primera investidura como organista de iglesia, en la que según palabras de Ana Magdalena, siente que es Dios mismo quien lo ordena músico sacro, un músico de los suyos. El segundo momento es en el que Ana Magdalena entra repentinamente a la pieza de Bach mientras éste compone el solo de Alto “Ach, Golgota”, y lo ve pálido, con el rostro cubierto de lágrimas. Ana Magdalena reflexiona diciendo que Bach, en ese momento, está sintiendo en sí mismo el sufrimiento de Cristo, a lo que se puede agregar que, en ese momento de la composición, ve las intenciones de Dios; Su rostro se le muestra claramente en los acontecimientos del evangelio.

En ambos momentos, Bach siente el orden de Dios. Ya sea en su propia vida o en la vida de Cristo. En ambas siente la presencia de Dios al contemplar la composición ordenada de Dios.
Esto obliga a Bach a componer obras que manifiesten tal orden, obras en que en todos sus aspectos, sean éstos de estructuración formal, relaciones métricas, construcción de motivos, etc., se descubra en la música la cara de Dios.

Es por ello que Bach tiene que profundizar en sus habilidades compositivas y llevar el barroco hacia su culminación, hacia su fin último.

Es mediante el desarrollo de la técnica del contrapunto, del discurso formal, que Bach logra crear una música evocativa de la naturaleza, una música que muestra con sonidos el trabajo que Dios realizó con el mundo, una música ordenada hacia su fin último, una música que no pudo haber sido mejor compuesta.

Entonces, recordando la pregunta motriz de este ensayo, ¿cuál es la necesidad estética que obliga a Bach a hacer una música como la que hizo?, tal necesidad es evocar la naturaleza, imitando su cualidad de ente creado por Dios, y como tal, dirigida hacia su fin último, naturaleza, mundo, que está compuesto por entes que no sobran, por entes ordenados, lo que en su música se manifiesta por el uso racional de los elementos constitutivos de la música, por su ordenamiento magistral.

Es entonces, la música de Bach, una manifestación de la creación, un canto al orden, una plegaria espejo, pues canta cantando lo que motiva el canto, canta ordenadamente al orden, canta a Dios replicando el trabajo que Dios hizo con la creación. Es evidentemente que un ser mecánico, común t correinte, no puede percibnir esta magnificencia divina. Se requiere de la fe, y mas aún de la fe consciente. Sabemos también quye esta percepción divina es atributo de los seres castos, porque "solo lps limpios de corazón, veránm a Dios" (Mt 5, 3-12)

Altera Pars

Ahora nos enfrentamos a la segunda pregunta, a saber, ¿en estos momentos, en estas latitudes, se puede realizar una música ordenada?

Santo Tomás asume una cierta comprensión de “fin” al exponer esta quinta vía. El fin es lo óptimo, lo mejor, el grado superlativo del bien, y hacia él tienden todas las cosas, aun las que no tienen “conocimiento”.

Esta “comprensión” a la que se refiere el autor es, como se dijo anteriormente, un principio de la fe en Dios. Y más aún, una fe consciente.

Un canto ordenado, por lo tanto debe nacer de un músico que posea este principio, dicho de otra manera, un canto ordenado sólo puede nacer de un compositor que pueda acercarse a Dios mediante el descubrimiento del orden de la creación. Y mas aún, que haga en si carne viva la redención divina, un ser que comprende en su profundidad el mandamiento "Sed perfecto, como vuestro padre es perfecto" (Mt 5,48). Esta perfección se alcanza mediante la Metanoia ( Renuncia de si mismo, muerte en marchja de los egos pecadores) y la Philokalia (contemplación profunda de Dios en el interior, paz profunda, misticismo, meditación, castidad científica). El tercer paso , necesariamente implica asumir las obras de uno mismo en cuanto las concebía Bach, y los constructores de los templos medievales: "Con Dios, En Dios y Para Dios". Ese es el Fin Suprema de las Artes.

¿Qué tipo de músico, si existe, puede acercarse a Dios de esta manera en estos momentos, en estas latitudes?

La música actual se basa en la manipulación individual de los elementos constitutivos de la música. El orden que se utiliza para organizar estos elementos viene dado a priori por el compositor, y puede tener los más distintos orígenes, como lo son la teoría fractal, los mecanicismos de reproducción de las células, los números de Fibonacci, por sólo nombrar algunos.
Que quede claro aquí, que no son negativos estos métodos en sí mismos. Ya hemos visto que la escala de Fibonacci es una muestra de las muchas formas en las cuales podemos descubrir las matemáticas divinales. Sin embargo ahora somos testigos de que estas se aplican inclusive para realizar ciertos tipos de cirugías plásticas. Es evidente que no consttamos allí la presencia de Dios.
El problema es aplicación netamente mental de estas y otras fórmulas o técnicas. El divorcio absoluto de la ciencia con la conciencia. Como ya sabemos, la mente es completamente animal, una mente divorciada del Intimo no puedemanifestar un arte sagrado. Lo importante entonces es una correspndencia entre técnica, estilo y actitud interior. Una correspondencia entre fondo y forma.

Es claro que en la medida de que estos motores en cuanto no nacen de la fe, ni de una mística profunda no serán ordenadas en el sentido detallado en la sección anterior.

En la medida que los componentes de la música se entiendan como entidades independientes que pueden ser manipulados libremente, no se podrá lograr un canto ordenado, pues, bajo la óptica creyente, las cosas que componen el mundo no son independientes, sino que estos objetos son parte de un todo ordenado, y por ello, están firmemente unidos por Dios mismo.

¿Existe actualmente alguna música que responda a este principio?, o reformulando esta pregunta de esta manera, ¿existe actualmente una música que emule el orden, esto es, que esté ordenada a priori por los mismos principios, según la óptica creyente, que rigen a la naturaleza?
En la medida que la música docta contemporánea está inmersa en su búsqueda individualista del orden, queda inmediatamente excluida de la respuesta.

Del mismo modo queda fuera la música comercial popular, pues se ordena según los requerimientos del mercado musical, sin contar con los ritmos degenerados que producen daños severos en el sistema nervioso. Incluso el rock llamado "cristiano".

Solo queda por revisar la música de tradición oral y la música de raíz folclórica.

¿Cómo se ordena esta música? ¿Qué principios rigen su construcción?

La música de tradición oral se va perfeccionando con el tiempo, tras ser interpretada por varias generaciones de músicos. ¿En base a qué principio sucede este perfeccionamiento?
Aceptando que el estilo musical es la respuesta a una necesidad estética, y que en sí mismo no constituye un principio de construcción, se puede decir que el perfeccionamiento dado en la música de tradición oral no sucede por un mero refinamiento del estilo, entendido esto como una actividad independiente.

Por otra parte, la música de tradición oral no es un fenómeno puramente musical. Es un fenómeno artístico que nace de una necesidad estética que también se manifiesta en la artesanía, en el idioma y en la forma de hablar, en las costumbres.

Entonces, preguntar por los principios que generan la música de tradición oral es preguntar por los principios que moldean un pueblo, estos es, preguntar por la forma de ver el mundo de un pueblo.

Si un pueblo moldea sus actividades según los acontecimientos del medio en el que viven, como lo son las estaciones del año, tiempo de siembra y cosecha, subidas del cauce de los ríos, ordenan sus actividades según el orden de la naturaleza, por lo que todas su actividades están ordenadas, dado que ellos mismos son elementos del mundo, no están separados de él.

Si esto es cierto, la música folclórica, y la música que nace de esta música, es la única música actual que sigue ordenada. Es la única música viva que permite ver a Dios siguiendo la “quinta vía” de Santo Tomas.

Ahora, para terminar, una última reflexión. Compositores tan grandes como Debussy, Bartók y Ligeti, por solo nombrar algunos, han utilizado material musical folclórico de diversos pueblos para sus propias necesidades estéticas. Esto responde a una necesidad de materiales compositivos.

Ahora, en estos tiempos, la música folclórica nos ofrece otra cosa, mucho mas profunda que meros materiales. Nos ofrece una dirección, un orden, una vía.

La revisión de la música folclórica ya no sólo se puede llevar a cabo para rescatar sonoridades, alturas y ritmos, sino también para recuperar lo perdido.

Hace ya varios años Nietzsche gritó a los cuatros vientos que Dios ha muerto, y con Él, su orden. Hace ya mucho tiempo que Dios no muestra su cara.Quizá es el momento de ir a buscarlo allá, donde vive. En la tierra, en nuestro propio corazón mediante su hálito de vida. Nada mas espera que le hagamos caso.

Bibliografía
La pequeña crónica de Ana Magdalena Bach, Bach, Ana Magdalena, Editorial Juventud, 1995.
Dios como gobernador. Dios como fin del mundo. La “quinta vía” de Santo Tomás, Guerrero T., Hernán, Tesis para optar al grado de Licenciado en Filosofía.
Summa Theologiae, textum Leoninum Taurini 1954, Sancti Thomae Aquinatis
Dios como gobernador. Dios como fin del mundo. La “quinta vía” de Santo Tomás, Guerrero T., Hernán, Tesis para optar al grado de Licenciado en Filosofía.
Digo “fe en Dios” y no “fe cristiana” para poner en manifiesto que en este trabajo siempre se hablará de Dios Creador, Dios ordenador, pero no se hablará de Dios redentor.
“vio Dios que todo cuanto había hecho era muy bueno” (Génesis I, 31).
La pequeña crónica de Ana Magdalena Bach, Bach, Ana Magdalena, Editorial Juventud, 1995.
Dios como gobernador. Dios como fin del mundo. La “quinta vía” de Santo Tomás, Guerrero T., Hernán, Tesis para optar al grado de Licenciado en Filosofía.

lunes, 22 de octubre de 2007

Matemátricamente, Dios existe

“Las abejas ..., en virtud de una cierta intuición geométrica ..., saben que el hexágono es mayor que el cuadrado y que el triángulo, y que podrá contener más miel con el mismo gasto de material.”
Pappus de Alejandría
“Las leyes de la matemática no son meramente invenciones o creaciones humanas. Simplemente "son": existen independientemente del intelecto humano. Lo más que puede hacer un hombre de inteligencia aguda es descubrir que esas leyes están allí y llegar a conocerlas.”
Mauritis Cornelis Escher.
“El estudio profundo de la naturaleza es la fuente más fértil de descubrimientos matemáticos.”
Joseph Fourier
“No hay rama de la matemática, por abstracta que sea, que no pueda aplicarse algún día a los fenómenos del mundo real.”
Nikolay Lobachevsky
“El propio Dios geometriza”
Platón

La Divina Proporción, o número Phi, es un número irracional que podemos encontrar con frecuencia en la naturaleza, desde la arquitectura hasta las poblaciones, desde la astronomía hasta la fisiología. Y sirve, además, como uno de los miles de argumentos que se utilizan para valorar que el mundo es un caos ordenado; el Universo no puede ser un casual.

El número Phi le debe su nombre al griego Phidias. Él ya utilizaba esta proporción para que sus construcciones tuviesen esa perfecta armonía que toda construcción griega debía tener (los griegos, una vez sometidos por los romanos, se burlaban de éstos diciendo que ellos construían templos de mármol, etc... y sin embargo los romanos eran arquitectos de cloacas y alcantarillas. Ésa era la diferencia: los griegos eran los grandes arquitectos, y los romanos, los grandísimos ingenieros). No obstante, este número no estaba aún definido. Phidias aplicaba este factor adimensional en sus construcciones, pero no sabía por qué todo quedaba "así de bonito".Res matematica.
Fue el matemático Euclídes el que le dió una definición geométrica. Empleando para ello una recta de longitud x+1. Para los de letras: la proporción de la recta entera respecto al trozo que mide x debe ser igual a la proporción del trozo x respecto al trozo que vale 1. Para los matemáticos, basta con plantear una ecuación de segundo grado: x^2 - x - 1 = 0 (Sol.: (sqrt5 + 1)/2·i). Si resolvemos esta ecuación, obtenemos un número irracional, el famoso número Phi: 1.618.No obstante, este valor se podría aplicar haciendo uso de la famosa serie de Fibomaccim de la que hablaremos a continuación.
Fi y la armonía del universo
El número designado con letra griega = 1,61803... (Fi), llamado número de oro, o número aureo. A diferencia de los otros dos no es un numero trascendental (en la denominación matemática) porque resulta como solución de una ecuación polinómica. Efectivamente, una de las soluciones de la ecuación de segundo grado x2-x-1=0 es que da como resultado el número de oro.
Pero esto no quita que sea un número muy especial, realmente trascendental en el sentido filosófico, que nos puede ayudar a convencernos de que el mundo de las matemáticas y todo nuestro universo no podría existir como tal sin intervención de algún tipo de inteligencia creadora. Veamos por qué:
Si tomamos un determinado segmento podemos dividirlo en dos segmentos (uno mayor y uno menor) de forma tal que la proporción entre el pequeño y el grande sea igual a la proporción entre el grande y el total. Esta manera de dividir un segmento se llama proporción áurica. El número de oro es siempre la proporción entre los dos segmentos resultantes de esta división. Es decir, si dividimos un segmento A, en dos segmentos A1 y A2 de la siguiente forma:

--------A1---------------A2-----
A

Tenemos que:
A1/A2 = A/ A1
Resulta que el valor de esta proporción, para cualquier segmento, es siempre el mismo:

A1/A2 = A/ A1 = φ =(1,618…)

El valor de puede o determinarse solo a partir del 1 como raiz continua:






O como fracción infinita :










Si dibujamos un pentágono regular, y trazamos sus diagonales formando una estrella armamos el clásico símbolo de los seguidores de Pitágoras. A pesar de que los pitagóricos solo conocían los números fraccionarios, tuvieron una intuición especial en la elección de su símbolo, ya que encierra en forma desconcertante al entonces inimaginable numero de oro.

Por ejemplo, la relación entre la diagonal del pentágono y su lado es el número de oro. Y también lo es la proporción entre la diagonal y el lado de la estrella.

Fibonacci estudiando la reproducción de los conejos llegó a una sucesión numérica que resultó más interesante de lo que se imaginaba.

Esta sucesión, que lleva su nombre, es así:

1, 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21, 34...

Cada número a partir del tercero, se obtiene sumando los dos anteriores

Empezamos a notar su belleza sumando, por ejemplo los cuatro primeros términos y añadiéndoles 1 ya que así obtendremos el sexto (1+1+2+3 + 1 = 8). Lo mismo ocurre al sumar los cinco primeros términos más 1, (consiguiendo el séptimo) y así sucesivamente. Como esta, hay muchísimas relaciones entre los términos de la sucesión, por ejemplo lo mismo sucede entre los impares, o entre los pares por separado. Por otro lado elevando al cuadrado dos términos sucesivos y sumándolos entre sí obtendremos el término correspondiente a la suma de sus órdenes. O si elevamos al cuadrado los n primeros términos y los sumamos, sale el producto del término n y el siguiente.

Pero lo impresionante de fibonacci apareció mucho después de su creación, con la aparición del concepto de límite. Si dividimos un término de la sucesión por el anterior obtenemos un número que cada vez se acerca más a fi:

1 : 1 = 1
2 : 1 = 2
3 : 2 = 1´5
5 : 3 = 1´66666666
8 : 5 = 1´6
13 : 8 = 1´625
21 :13 = 1´6153846....
34 :21 = 1´6190476....
55 :34 = 1´6176471....
89 :55 = 1´6181818....

Siendo fi en el infinito. Esto sí que no tenía por qué ser así. Pasamos ya a vislumbrar el misterio que fi tiene para enseñarnos. ¿Qué relación guardan los pentágonos regulares con los conejos?

Al parecer, comparten una armonía propia del universo que por supuesto, no creó el hombre, aunque empezó a apreciarla desde la antigüedad.

Sin saberlo concientemente, la búsqueda de la belleza llevó a los hombres a fi. Por ejemplo, son áuricas las proporciones en el Partenón griego, y, por otro lado, el cociente entre la altura de los triángulos que forman la pirámide de Keops y su lado es 2.fi.

Luego de su descubrimiento el hombre se esforzó por mantenerlo concientemente por doquier en el arte, la arquitectura, el diseño gráfico e industrial. Desde cosas tan triviales como el tamaño de las tarjetas de crédito y muchas de esas formas rectangulares con proporciones que ya vemos como “muy conocidas” ( pasaportes y documentos de identidad, libros, fotos, casettes de audio, marquillas de cigarrillos, hornos de microondas, etc) hasta en las más maravillosas obras de los pintores y escultores de todas las épocas. En el siglo XX el arquitecto Le Corbusier basó su sistema de proporciones humanas en el número áureo.
Hay varios cocientes que son el número áureo:
La altura de la persona (183) entre la altura a la que está el ombligo del suelo(113), La altura de la persona con el brazo levantado (226) entre la altura a la que está el brazo puesto en horizontal (140),
La altura a la que está el brazo puesto en horizontal (140) entre la altura a la que se encuentra el punto de apoyo de la mano (86).
Estas son las proporciones de base utilizadas más generalmente en dibujo y pintura.

Pero para despejar las dudas sobre el invento o descubrimiento de esta proporción, basta ver los innumerables casos que aparecen en la naturaleza: Fi nos da precisamente la curvatura de las espirales en caracoles, piñas, y algunas otras formas espiraladas de la naturaleza. Pero también está presente en los patrones de crecimiento de algunas plantas, la distribución de las hojas en un tallo, y las dimensiones de insectos y pájaros.

Si contamos en las semillas de un girasol, las escamas de una piña, un ananá o una palmera, la cantidad de espirales que las mismas forman en el sentido de las agujas del reloj, y la cantidad de espirales que forman en el sentido contrario, tendremos que ambos números serán términos de la sucesión de Fibonacci que ahora ya sabemos que, aunque con caras muy distintas, es hermana del número de oro.

Los pétalos de las flores. La mayoría de las flores suelen tener 3, 5 u 8 pétalos. ¿Os suena? A lo mejor si os digo que aquellas flores con grandes números de pétalos alcanzan 13, 21, 34, 89 (¡!). Sí, es la serie de Fibonacci. Fijaos en las margaritas, por ejemplo. El número de pétalos de las flores suele ser un número de la serie de Fibonacci. ¿Casualidad?En la flora hay bastantes ejemplos de ello: el número de piñas en un pino, el número de semillas de cabeza, en las fases de crecimiento de las plantas (tanto en giros como en alturas), en frutas y vegetales, etc.En la fisiología. Si observamos, todos tenemos, siguiendo el curso de la naturaleza, dos pies, dos manos, dos brazos, una cabeza, dos ojos, cinco dedos en cada mano, cada dedo de la mano está dividido en tres zonas. 1, 2, 3, 5, ¿os suena? ¡Es la serie de Fibonacci!
Hasta ahora, todo pareciera que puede ser un simple número, como cualquier Phi de la vida, o como algún e del Universo. Pero aquí viene lo sorprendente: la relación entre ese número y distintos ámbitos del Universo. Aquí reside la importancia y la magia del número Phi; la relación de la matemática con la naturaleza.En el Hombre de Vitrubio, Leonardo nos da las proporciones fisiológicas del cuerpo humano. Es una especie de hombre estandarizado a escala. Pues bien, si midiésemos las relaciones hombro-mano y hombro-codo, por ejemplo, ahí lo encontramos. En las piernas, en los dedos de las manos, en el torso; en todo el cuerpo en sí, somos un numero irracional.Los egipcios también utilizaron el Phi para el cálculo de la altura de sus pirámides y el perímetro de la sección recta. Dicho de otro modo que se entienda mejor: si partiéramos una pirámide por la mitad, y calculásemos la longitud de la recta exterior, obtendríamos el número Phi.

En la geometría y forma de objetos. En las caracolas de mar, en las conchas, en nuestra propia oreja, podemos observar que siguen una geometría en espiral que se ajusta a una combinación de la "Divina Serie". Si partimos de un cuadrado unidad, combinando podemos obtener rectángulos cuyos lados siempre son un número de la serie. Si usamos estas intersecciones podemos dibujar curvas en espiral, las que anteriormente comentaba. Pero esto se puede aplicar hasta en la disposición de planetas del sistema solar.En poblaciones de conejos, vacas, abejas, etc...

Invito al lector a comprobar por sí mismo esta sorprendente propiedad de la naturaleza contando -por ejemplo en una piña- las espirales que forma en cada uno de los dos sentidos. Es una tarea simple y a la vez reveladora.
Bibliografía: MARIANA VERNIERI "Dios en las matemáticas"

viernes, 19 de octubre de 2007

¿Es cristiano el rock?

El teólogo Orlando Fedeli nos recuerda en uno de sus mejores artículos sobre cómo es que tenemos que entender el fenómeno de la música en el ser humano: "La música, -nos dice- crea estados de alma, que generan ideas correspondientes en nuestras mentes. El que permite que una canción cree en su alma un estado de melancolía y tristeza, tendrá inclinación a tristeza y melancolía y por lo tanto ideas tristes y pesimistas.
Probado está que una canción, por si sola, sin el análisis de su letra, crea estado de animo y genera ideas.
Tenían mucha razón los filósofos griegos cuando dieron a la música un importante valor en la educación y formación de los jóvenes.

Aristóteles advertía que “por el ritmo y por la melodía nace una multitud de sentimientos” y que “la música puede ayudar en la formación del carácter” y “que se puede diferenciar los géneros musicales por el modo como repercuten en el carácter”.
Tal género, por ejemplo, lleva a la melancolía, tales otros sugieren el desánimo o el dominio propio, el entusiasmo u otra disposición que mencionamos. (Citación de Aristóteles- apud W. Matt - Le Rock'n Roll, instrument de Revolution et de subversion culturelle - Ed St. Raphael Sherbrooke, Quebec, 1981 pag. 6)


Platón es más claro. En el diálogo “La República”, advierte que la música forma o deforma los caracteres, de modo más profundo cuanto más inadvertido.
La mayoría de las personas no se da cuenta que la música puede cambiar el corazón de los hombres y, de a poco, moldar su mentalidad.

Al cambiar la mentalidad, la música cambia costumbres, hecho que lleva al cambio de las leyes y de las instituciones. Por eso dijo Platón que es posible conquistar o revolucionar una ciudad cambiando su música.

“Toda innovación musical es llena de peligros para toda una ciudad…” no se puede cambiar los modos musicales sin que se cambien con ellos las leyes fundamentales del Estado”. (Platón, República, Libro III)

Para Platón, la educación musical es la más poderosa, pues permite que se introduzca en el alma del niño, desde la más tierna edad, el amor a la belleza y a la virtud. La persona bien educada musicalmente se daría cuenta de la belleza y de la armonía. Y como no existe amor sin odio, ella odiaría al feo y al malo.
Pregunta Platón:

“¿No sabrá (tal persona) alabar lo que es bueno, recibir al bien con deleite y, abrigándolo en el alma, alimentarse de él y hacerse un buen hombre mientras detesta y rechaza al feo desde niño, antes que pueda raciocinar? Cuando llegue la razón, la persona así educada la reconocerá y la abrigará como a una vieja amiga.” (Platón, República, Libro III)

Bien educados musicalmente, sigue Platón, los jóvenes crecerán en una tierra salubre, sin que pierdan ninguno de los efluvios de belleza que lleguen a sus ojos y oídos, procedentes de todos los lugares, como si un aura vivificadora los trajera de las regiones más puras, induciendo nuestros ciudadanos, desde la niñez, a imitar la idea del bello, a amarla y sintonizarse a ella.. (Platón, ídem, íbidem)
Por eso, concluye Platón, no se debería permitir que los artistas exhiban “las forma del vicio, de la intemperancia, de la vileza o de la indecencia, en la escultura o en la construcción de otras artes creadoras… “No vamos a admitir que nuestros guardianes crezcan rodeados por imágenes de depravación moral, alimentándose de una mala hierba que hubiera nacido aquí y allí en poca cantidad, pero a diario, de modo que se introduzca sin que nos demos cuenta, una enorme fuente de corrupción en sus almas.” (Platón, ídem, íbidem)

Platón insiste en el poder insinuante de la música de actuar sin que nos demos cuenta, a punto de lograr la destrucción o revolución de una sociedad “pues en ella la ilegalidad se insinúa más fácilmente, sin ser notada…como una recreación, a principio inofensiva”.

“Ni hace daño algún, a principio, pero ese espíritu de permisividad, después de encontrar un abrigo, se va introduciendo imperceptiblemente en los usos y costumbres, y, de ellos, sigue más fortalecido para los contratos entre los ciudadanos, luego de los contratos, invade las leyes y constituciones sin grandes pudores, hasta que, Ó Sócrates, cambia toda la vida privada y pública”. (Platón, República, Libro III)

Ese análisis del gran filósofo griego es tan verdadero que se aplica perfectamente a lo que pasó con las costumbres de nuestra sociedad. Llega a parecerse a un autor actual que describa lo que pasa en nuestro tiempo.
Por lo tanto, la música puede tener un efecto formador o puede ser destructiva.
Por supuesto, siendo más fácil destruir que construir, los efectos de la música dañosa son más rápidos y eficaces que los de la buena música. La corrupción estética y moral, aunque escalón por escalón, llega más rápidamente a los más hondos abismos, que la virtud en su subida hasta el colmo del heroísmo y de la santidad.
En esa labor de deformación y corrupción hecho también por medio de la música en el siglo XX, debemos remarcar el papel del liberalismo que considera todo por el lado bueno y que por eso predica que nada se debe prohibir."


Nos dice mas adelante en medio de su estudio:

"Además de comunicar ideas, la música, al crear estados de ánimo en los oyentes, los inclina a ciertos modos de actuación.
Por eso hay músicas que, al darle ánimo, llevan la persona que las escucha a luchar contra las malas tendencias que existen en todo hombre. Sin embargo, existen otras que crean estados de espíritu que llevan al vicio.
Que haya sonidos y canciones sensuales es tan verdadero cuanto que haya sonidos y canciones que suscitan la alegría o el terror.
Por eso la música puede llevar a los vicios y pecados o conducir a la virtud.
La música verdaderamente bella debe conducirnos para el bien y la virtud. ¿Y como sería de otro modo si la belleza es el bien claramente conocido? ¿Cómo sería diferente si, en Dios, Verdad y Belleza son lo mismo?

Correctamente dijo Platón, que el niño a quien se enseña a amar la buena música se inclinará a la práctica de las virtudes, pues belleza y virtud son como dos hermanas que se aman y quieren estar siempre unidas.
Uno de los más grandes pecados del romantismo fue el de no aceptar la existencia de la verdad objetiva y plantear un arte que solo fuera agradable. El romantismo separó la belleza de la verdad, como también aceptó la separación de la belleza y la moral hecha en el Renacimiento. Para el romántico, solo es bello lo que es agradable. Solo lo agradable es bello. Sin que haya relación entre lo que es agradable con el bien y la verdad.
Vaya, lo que es simplemente agradable, separado del bien y de la verdad es pecado.
Todo vicio es agradable. Lo que constituye el vicio es estar en contra la razón y contra el bien de la virtud.
El romantismo, al buscar solo lo que es agradable, se constituye pecado.
Educados por el liberalismo y por el romantismo a buscar solo lo agradable, los hombres del siglo XX pasaron del agradable puramente sentimental a lo agradable sensual hasta que sumergieron abierta y confesadamente en el sexualismo, y, luego, en la frustración, en el aburrimiento, en el misterio, en el horror y en el satanismo.
También el rock recurrió ese camino, del sentimentalismo al sexualismo y llegó al satanismo.
Con efecto, las primeras canciones en ritmo de rock fueron sentimentales. Luego llegaron a adorar al diablo.
Que el rock, además de infundir ideas, lleva al pecado, es hecho conocido, del modo más abierto y escandaloso por sus líderes más famosos."

EL RITMO ES LO QUE IMPORTA

Sin embargo, la comprensión de este tema necesita un estudio sincero de la psicología, de cómo opera la música en el ser humano. Y a través de qué mecanismos:

Al respecto nos dice:

E.R. Dodds muestra como el ritmo del tambor en el culto de Baco tenía un efecto físico y psicológico espantoso en las bacantes que, influenciadas por el ritmo del tambor y el sonido de la flauta, parecían locas.

“una tradición delfica recordada por Plutarco sugiere que el ritmo, a veces, produce una verdadera perturbación de la personalidad. (…)"
En muchas sociedades, tal vez en todas las sociedades, hay personas para quienes, como observa Mr. Aldous Huxley, “las danzas rituales permiten una experiencia religiosa más satisfactoria y convincente que cualquier otra…Es con sus muslos que muchas personas obtienen más fácilmente el conocimiento del divino”. (E. R. Dodds, The Greeks and the irrational, Univ. of California Pres, Berkley and Los Angeles, 1963, pag. 232- 233)

Según un sabio mahometano, “él que conoce el poder de la danza habita en Dios”.
Pero el poder de la danza es un poder peligroso. Como otras formas de auto capitulación, es más fácil empezar que quitárselo.
En la extraordinaria locura de bailar que de tiempos en tiempos invadió a la Europa del siglo XIV hasta el siglo XVII, la gente bailaba hasta caerse- como el bailarín en el Bacchal 136 o el bailarín en el florero (griego) de Berlín (No 2471) – y se quedaba inconsciente mientras sus amigos les pisaban”. ".(E.R. Dodds, op. cit., pag. 271 à 272)

Frank Zapper, músico de rock, asegura:

“Me di cuenta que esa música se apodera de los jóvenes porque su fuerte batida se parece a los grandes ritmos del cuerpo humano”. (Mons. R. Williamson, op. cit., pag. 27)

Walter Matt escribe:

“El martillo de la música rock tiene como objetivo excitar sexualmente a los oyentes, sobretodo a los jóvenes."

Eso puede ser explicado. La música rock tiene poca melodía, el texto no tiene sentido - buen sentido- (a veces tiene un sentido horrible y espantoso).
Resta el elemento esencial: el ritmo, y nuestro cuerpo es sensible al ritmo.
A los miembros de la “American Psychiatric Association”, Dr. Howard declaró:

“Primeramente, aunque considerando todo, cuanto más el movimiento ultrapasa en velocidad al ritmo del pulso y sube más que el común, mas aumenta la tensión emotiva.” (W. Matt, op. cit., pag. 5)

Él cita, además, las observaciones de Alice English Monsarrat, que dice que "con el ritmo del rock (…) se puede producir sobre cualquier organismo una desintegración histérica como la que se vería en una persona que intentara lanzarse, con rabia, en dos direcciones contrarias al mismo tiempo (…) La psiquiatría conoce ese fenómeno: es, precisamente, un conflicto de emociones creado por la acción de dos estimulantes con percusiones divergentes que conduce a nuestras clínicas muchas personas que se tornaron irrecuperables restos de humanidad”. (W. Matt, op. cit., pag. 6)

Monseñor Richard Williamson concluye lo mismo cuando explica los efectos de la música rock:

“Al dirigir cuidadosamente la secuencia de los ritmos, dice John Phillips, del grupo “Mamas and Papas”, se puede inducir la histeria en la platea. Sabemos como hacerlo. Cualquiera sabe hacerlo. Y para probar lo que decían, causaron un motín en un concierto en Phoenix, Arizona”. (Mons. R . Williamson - in Semper no. 2 Revista da Fraternidade Sacerdotal S. Pio X, Portugal, pag. 28).

En otra citación, Mons. Williamson nos dice que: “Para dar un ejemplo de análisis médica del proceso según el cual el ritmo puede “quebrar” el cuerpo, los médicos observan que el sistema nervioso autónomo del cuerpo humano es bañado por el líquido cerebro-espinal, que tiene su pulsación dirigida por la glándula pituitaria, la que gobierna todo el cuerpo.
Esa glándula influye sobre casi todos los procesos vitales del cuerpo, dirige, por ejemplo, la secreción de las hormonas de las glándulas endocrinas del cuerpo.
Si ella se desgobierna por las vibraciones del “beat” (batida del rock), la glándula pituitaria va a desgobernar consigo todo el sistema nervoso, que va a subvertirse.
Entonces se puede imaginar una excreción anormal de hormonas sexuales, por ejemplo, que explicarían los movimientos eróticos de las danzas del rock.
El ritmo y la danza son los medios para que se llegue al sistema nervioso.
Tengo películas que muestran que los ritmos primitivos de una tribu del Kenia y un grupo de músicos en un salón de baile de Londres producen las mismas emociones de trance”, dijo Dr. William Faragut en la Royal Society of Medicin (…).

"Además, el “beat”, al estimular la secreción de la hormona epinefrina, disminuye el calcio de la sangre, que es muy importante para dirigir el sistema nervoso y el azúcar, único alimento del cerebro. Por eso se agotan los nervios y se descompone el cerebro luego de un concierto de rock. La fuerte estimulación de la sensualidad y concomitante depresión de la inteligencia y de la razón desemboca en el erotismo y en la violencia; el suicidio de la razón tiende al suicidio real”. (Mons. R. Willianson, op. cit., pag. 28-29)

Padre Regimbal asegura que el “beat” puede producir una aceleración de la pulsación cardiaca y aumentar a los niveles de adrenalina; puede provocar no solo un bien estar sexual, sino que una excitación que puede llegar al orgasmo”. (Pe. Regimbal, op. cit., pag. 26).
Ese autor nos trae importantes observaciones sobre los efectos del ritmo del rock. Él cita un trabajo del Dr. Bob Larson y de un grupo de médicos de Cleveland, que examinó cerca de 200 pacientes, habituales oyentes de rock. Dice Dr. Larson:

“Hemos observado que esa música puede causar efectos físicos espantosos: alteración en la pulsación y respiración, aumento de la secreción de glándulas endocrinas, especialmente de la pituitaria, que dirige los procesos vitales del cuerpo. Cuando sube la melodía se contrae la laringe, cuando disminuye la laringe se suelta.
El metabolismo de base y la taja glicemica en la sangre cambian en una audición.
Se puede considerar pues, que es posible “tocar” el cuerpo humano como si fuera un instrumento musical y, en realidad, algunos compositores de música electrónica se han propuesto a manipular el cerebro por medio de un “cortocircuito” en las facultades conscientes, exactamente como hacen las drogas. El ritmo predominante en el rock y en la música pop, inicialmente condiciona al cuerpo, luego estimula algunas funciones del sistema endocrino”. (Dr. Bob Larson, apud Pe. J. P. Regimbal, op. cit., pag. 32).

Vea que, según Dr. Larson, el rock tiene un efecto que se parece a las drogas.

En esa misma obra hay otra citación importante:

"El celebre músico terapeuta Adam Knieste, en el informe de un estudio de diez años sobre los efectos de la música rock escribió: “El problema principal que el rock causó en los pacientes que traté está claramente ligado a la intensidad del ruido que provoca hostilidad, agotamiento, narcisismo, pánico, indigestión, hipertensión y una rara narcosis. El rock no es un pasatiempo inofensivo, es una droga más mortal que la heroína y que envenena la vida de nuestros jóvenes”. (Pe. J. P. Regimbal, op. cit., pag. 33).

Con esas palabras confirmó Dr. Knieste lo que dijo Dr. Larson, pero fue más enfático: “El rock es una droga peor que la heroína”.

Sacamos todavía de la obra de Pe. Regimbal las conclusiones de los médicos Drs. Mac Rofferty, Gramby Blaine, Bernarda Saibel, Walter, Wright, Frank Garlock, Tom Allen y otros. Según esos médicos, el rock, con su ritmo verdaderamente alucinante, provocaría en los oyentes esos efectos, entre otros:

Modificación de las reacciones emotivas, de la frustración hasta la violencia incontrolable”.
“Sobre excitación neuro sensorial que produce euforia, sugestión, histeria y alucinación”.
“Graves perturbaciones en la memoria”.
“Estado hipnótico o cataléptico que transforma a la persona en algo como un zumbí o robot”.
“Estado depresivo que va de desde la neurosis hasta la psicosis”.
“Tendencias suicidas u homicidas”.
“Auto mutilación, auto inmolación y auto punición”.
“Impulsos irresistibles de destrucción y vandalismo”.
(Pe. J. P. Regimbal, op. cit., pag. 33)

Durante el I Congreso Mundial sobre Prenatal, en Granada, se presentaron estudios que muestran que la música de Madonna, por ejemplo, favorece la ocurrencia de aborto, razón por la cual la Cruz Roja recomendó a las mujeres que caso vayan a conciertos de rock ocupen los últimos lugares. (O Estado de São Paulo, pág. 15, 18- III-93)
Son conocidas las acciones sin razón de los jóvenes unos contra los otros en las discotecas.
Son también conocidos los muchos grupos de rock que destruyen totalmente sus costosos instrumentos al cierre de sus conciertos. La práctica del “mosh”- roquero que ya no se contiene en su euforia y se arroja al aire sobre los otros- es otra prueba de la falta de dominio que lleva a la violencia y a actos incontrolables.
En resumen, los efectos fisiológicos y psicológicos del ritmo del rock llevan a los jóvenes, hecho ya conocido públicamente, a actos inmorales que los cantores de rock predican por medio de las letras de sus canciones o por los ejemplos de sus biografías, como:

Perversiones sexuales y pornografía
Uso de drogas
Rebelión contra toda ley y autoridad
Violencia
Suicidio
Crimen y parricidio.

Como vemos, lo que importa verdaderamente del rock es el ritmo, un grupo puede estar interpretando supuestamente canciones a Dios, pero la naturaleza emocional del titmo es lo que provoca que el total de la música sea cien por ciento diabólica y nociba para el cuerpo humano. Cristo nos dijo que hay que amar al prójimo como a sí mismo, si sabemos que el ritmo del rock nos hace daño, entonces ¿por qué creemos que el rock cristiano alaba a Dios, cuando es todo lo contrario?.

El mismo Fedeli nos dice en su reflexión final:
Por supuesto, muchos jóvenes, que aprecian al rock, dirán que no aceptan ese rock satánico, ni el rock pesado.Este argumento tiene la misma sustentación que aquél del drogado que dice no aceptar la cocaína, solo las drogas más leves. El viciado en drogas leves no deja de ser toxicómano.Su camino natural es llegar a las drogas pesadas.El vicio en drogas leves también es un vicio, también es condenable.El rock satánico o rock pesado ha explicitado, más claramente, lo que estaba subyacente en el ritmo alucinante – y por eso irracional – y en la magia del rock desde el inicio.El repudio a la razón y la proposición de la sensación como un valor a se buscar por si mismo significaban un repudio a la sabiduría que obtiene el hombre, de manera sobrenatural, por la gracia y, naturalmente, por medio de su inteligencia.

El repudio de la razón, predicado por el liberalismo y por el romantismo significaba una recusa a la verdad. Y la Verdad es Nuestro Señor Jesús Cristo. “Ego sum Veritas, via et vitam" ? Es espantoso que ese repudio a la verdad- Cristo- al fin llevase al satanismo? Por lo tanto, el rock nos parece un ritmo intrínsicamente malo. No se puede aceptarlo."

"La Iglesia Católica -nos dice- tuvo a bien el censurar gravemente ritmos modernos como el tango y el vals...¿Qué él pensaría de los sacerdotes que quieren usar en la misa ese ritmo satánico con la excusa de atraer a los jóvenes? Quien atrae las almas es Cristo. Cuando fue levantado atrajo todo hacia Si… (Jo, 12,23)No está permitido a los jóvenes que se entreguen a las bajas sensaciones cuando pueden alcanzar a la santidad y al cielo. "

Lo que importa, vuelvo a repetir, es la música. Y particularmente el ritmo. Los que estudian música saben que esta se puede dividir en ritmo y melodía. La buena música, como la clásica contiene esencialmente melodía. El rock, la salsa y el merengue, por ejemplo, se basan esencialmente el ritmo. El ritmo ya vimos, induce al organismo a respuestas no siempre saludables.

Como dice un estudio:" nosotros hablamos de música, no de las palabras en la música. La Música tiene poder, para bien o para mal. Déjame explicarlo. La 'música sacra' tiene fuerte melodía. La parte de música a la que el espíritu responde es la melodía. Efesios 5:18-19 muestra que la parte más destacada de música debería ser la melodía. "Y no os embriaguéis con vino, pues en esto hay desenfreno. Más bien, sed llenos del Espíritu, hablando entre vosotros con salmos, himnos y canciones espirituales; cantando y alabando al Señor en vuestros corazones (esto último, se refiere a la philokalia)

Entendiendo esto no podemos pues iarnos de las personas por sus acciones externas, sino por la naturaleza de su corazzón, y la trascendencia de sus actos. ¿Cómo puede llamarse cristiano alguien que consciente o inconscientemente promueve ritmos que dañan el sistema nervioso. No sería esto una falta de amor?. Cristo nos dice "Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros vestidos de ovejas, pero que por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos o higos de los abrojos? .... El árbol sano no puede dar malos frutos, ni tampoco puede el árbol podrido dar buenos frutos. (Mateo 7,15-16)

Algunos seguidores del rock evangélico o catóilico podrían decir: "Yo sabría si los artistas Cristianos de rock fueran pecadores!" .No, según la escritura siguiente: Hechos 16,16-18 dice:
"Aconteció que, mientras íbamos al lugar de oración, nos salió al encuentro una joven esclava que tenía espíritu de adivinación, la cual producía gran ganancia a sus amos, adivinando. Esta, siguiendo a Pablo y a nosotros, gritaba diciendo: ¡Estos hombres son siervos del Dios Altísimo, quienes os anuncian el camino de salvación! Hacía esto por muchos días. Y Pablo, ya fastidiado, se dio vuelta y dijo al espíritu:
¡Te mando en el nombre de Jesucristo que salgas de ella! Y salió en el mismo momento."
Esa niña poseida por demonio era bien capaz de proclamar la verdad de Dios.

Escuchemnos pues pues las composiciones excelsas de los grandes maestros: Bach, Beethoven, Mozart. Toda la música sacra. El canto gregoriano. Bach padre era un convencido luterano espiritual, y supo mejor que nadie que en la excelsa armonía de la melodía (y no solo del ritmo brutal) se puede comprender y alabar vverdaderamente a Dios, El decía a diferencia de muchas estrellitas del pop rock pseudo cristiano : La música se nos daba para glorificar a Dios en el cielo y para edificar a los hombres y las mujeres en la tierra. No era para hacer montones de dinero o responder a las necesidades de mi ego, ni para ver mi nombre con anuncios luminosos. La música tenía que ver con bendecir a Dios y bendecir a los demás.

Bach como profunbdo creyende y dependiente absoluto de Dios , le obligaa Bach a componer obras que manifiesten tal orden, obras en que en todos sus aspectos, sean éstos de estructuración formal, relaciones métricas, construcción de motivos, etc., se descubra en la música la cara de Dios.

Pero eso sera materia de otrop tema ya.