domingo, 26 de octubre de 2008

Los nueve rasgos de acuerdo al esquema del Eneagrama

Según el sistema del eneagrama existen nueve tipos de personalidad humana o nueve rasgos característicos. Lo que se intenta no es salir de nuestro rasgo principal sino observarlo para combatir la automatización de nuestras vidas.
Este estudio desarrollado por el sufismo priemro y por los iniciados del Cuarto Camino luego nos permiten hacer un estudio del Rasgo Principal de la Personalidad.
Se recomienda sin embargo empezar estudiando cuidadosamente el estudio del ego antes de definir ese rasgo principal de la personalidad.

1. LA IRA. El Perfeccionista-Resentido
El tipo "uno" es la ira o la cólera, entendida en todas sus variantes y matices: irritación, frustración, insatisfacción, resentimiento, impaciencia, desdén, intolerancia, rencor.
El elevado rigor ético y de comportamiento del 1 con las exigentes expectativas que abriga respecto de sí mismo y de los demás, le hace percibir enseguida y sufrir la diferencia existente entre el ideal y la realidad. A pesar de todos sus esfuerzos y de su incansable trabajo, la realidad y las relaciones siguen siendo muy imperfectas y dejan mucho que desear. El 1 aprieta los dientes para disimular su insatisfacción y enmascarar su ira, que le produce malestar y disgusto, porque le hace dar una imagen demasiado humana e imperfecta de sí. Está convencido de que las personas educadas no tienen que airarse jamás y su insatisfacción se manifiesta y se somatiza en la tensión de su rostro y en el tono de su voz.
El 1 es una olla a presión, cuya rabia contenida y controlada, puede manifestarse bajo diversas formas, tales como:
- La superioridad: La irritación ante las limitaciones de los demás puede traducirse en actitudes de superioridad profesional, estética, intelectual, de comportamiento.
- La critica: constante inclinación a detectar instintivamente los errores y los aspectos negativos de las personas, así como a puntualizar sistemáticamente las cosas que no funcionan, tanto dentro de fuera.
- El perfeccionismo: excesiva preocupación por los detalles, debida a su obediencia a normas y autoridades abstractas, a su obediencia a normas y autoridades abstractas, a su obsesión por la mediocridad y a su impaciencia consigo mismo y con los demás.
- el moralismo: tendencia a imponer los propios criterios y juicios, adoptando un tono de sermón y de reprimenda en relación con los comportamientos considerados erróneos, el moralismo degenera a menudo en actitudes culpabilizadoras.
- El supercontrol: la tendencia a la rigidez y a la falta de espontaneidad. La tensión provocada puede dificultar la distensión, perturbar el sueño, complicar la digestión y originar ulceras, gastritis, etc.

Los unos tienen su salida buena logrando la serenidad del corazón mediante la practica de actitudes como las siguientes:
- Educarse en la afirmación de lo que hay de bueno y positivo en uno mismo y en los demás, sin atormentarse por lo que sigue siendo incompleto e imperfecto.
- Ser conscientes de que hay distintos modos de hacer las cosas, sin absolutizar el propio y menospreciar los de los demás.
- Transformar la cólera en energía positiva, sin necesidad de juzgarla o de justificarla, sino canalizándola al servicio de la justicia y de la verdad.
- Tener paciencia y apreciar los pequeños esfuerzos sin lamentarse por los errores cometidos o las oportunidades perdidas.
- Aprender a reírse de uno mismo, desdramatizando los propios desaciertos y relativisando las angustias.
- Valorar la importancia de las cosas objetivamente, sin hacer una montaña de un grano de arena, ni de una pulga un elefante.
- Consolarse con la idea de que la salvación del mundo no depende de los propios esfuerzos y confiar en la providencia.
- Convivir creativamente con las propias limitaciones e imperfecciones.
Crítico de sí mismo y de los demás. Convencido de que existe una sola forma correcta. Se siente éticamente superior. Con frecuencia utiliza palabras como "debo" o "tengo que".
Los unos evolucionados pueden ser héroes morales con excelente capacidad crítica. Los Uno fueron niños buenos, aprendieron a portarse bien, a ser responsables y a hacer lo correcto. Aprendieron a controlarse con severidad. Trabajadores rectos independientes y perfectos. perfeccionismo. Están en contra de las cosas como están. Ellos creen que luchan por mejorar algo. Parecen personas muy justas y de gran moralidad. Muy poca aceptación del otro. Intentan acomodar a su pareja a sus expectativas. Son amas de casa "perfectas y pulcras".Puritanos: son más papistas que el Papa. Tienen voz firme y pronunciado mentón, la voz muy firme. Corrigen lo que está mal, se fijan en la mancha, no en el traje. Se dedican a causas benéficas Exigentes y estrictos. Exigen respeto. Piden JUSTICIA. Miedo a dejarse llevar, a la pasión. Aristócratas ordenados y limpios. La palabra ese CONTROL. Es una no aceptación de la naturaleza. Es realista, convicciones fuertes, prejuicioso y rígido. El deber está por encima del placer. Interés por los reglamentos, por las normas. Tienen la compulsión de decir "cómo debería de hacerse". Echan mano de la razón, abogacía innata.

2. EL ORGULLO. El que da
El pecado original de los 2 es el orgullo, que en la tradición cristiana ha sido considerado a menudo como el mas grave de todos los pecados. El 2 cree estar animado en su servicio por los mas altos motivos y hacerlo todo sin segundas intenciones. En la práctica, le resulta bastante difícil observarse a sí mismo interiormente y percibir su subjetivismo. El aparente altruismo de esta personalidad es la manera legitima que tiene de vivir su propio egoísmo. En cierto sentido el 2 está convencido de no tener necesidad de los demás y de que los demás en cambio si tienen necesidad de el; está convencido de que él no necesita a Dios, sino que Dios tiene necesidad de su ayuda para salvar al mundo.
El orgullo, que impide la capacidad de introspección y la aceptación global, no parcial de la verdad, puede manifestarse de diversas maneras:
-La hipervaloración: tendencia a sobrevalorar los propios méritos y a creer que puede afrontarse cualquier problema contando con las propias capacidades para administrar las crisis y acudir en auxilio del prójimo. El 2 tiene una gran necesidad de sentirse necesario y/o indispensable en la vida de los demás.
- La hipersensibilidad emotiva: excesiva sensibilidad y ansiedad frente a las criticas o los indicios de ser rechazado. Cuando se siente herido, el 2 se cierra en sí mismo y se hace agresivo. De vez en cuando aparece la envidia como expresión de su necesidad de mantener dependientes a las personas de su entorno.
-El hedonismo: búsqueda del placer y de toda clase de gratificaciones, incluidas las culinarias, para compensar la falta de afecto y de ternura.
-La seducción: empleo de técnicas, verbales o no para atraer sobre sí la atención de las personas que despiertan su interés o admiración.
-La proyección: método recurrente de atribuir a los demás los propios sentimientos y necesidades, como justificación para honrarles mediante el propio servicio y disponibilidad.

La salida positiva del "orgulloso" consiste en practicar la humildad que no es otra cosa que un orgullo sanado y santificado. Verse desnudo es como verse desnudo delante de un espejo sintiendo gratitud por lo que este refleja, sin exagerar orgullosamente los propios sentimientos, imaginándolos mayores de lo que son y sin minusvalorarse negándose a aceptar lo que hay.
La humildad se practica a través de actitudes como las siguientes:
- Aceptar las propias limitaciones, necesidades y sentimientos,
- Reconocer que las propias motivaciones, a la hora de ayudar a los demás, están a menudo mezcladas con exigencias personales de fondo.
- Darse cuenta de que cuando estalla la cólera o el resentimiento es porque hay necesidades reprimidas o insatisfechas que piden ser atendidas.
- Aprender a ser uno mismo, mas que esforzarse en complacer a los demás.
- Quererse a uno mismo independientemente de la utilidad práctica que uno pueda suponer para el prójimo.
- Dejarse querer por los demás, sin ceder a la necesidad de comprar o ganarse su afecto con el propio esfuerzo.
- Alegrarse cuando las personas se hacen independientes y autosuficientes.
- Encontrar espacios para estar a solas con uno mismo, como oportunidad para la profundización interior.
Exige aprobación y afecto. Busca ser amado y apreciado volviéndose indispensable para otra persona. Entregado a satisfacer las necesidades de los demás. Manipulador.
Los dos evolucionados son personas genuinamente consideradas y solícitas.
Los Dos poseen una tremenda necesidad de afecto y aprobación. "¿Les pareceré simpático?" Desean ser amados, protegidos y sentirse importantes en la vida de los demás. Durante su infancia estas personas obtuvieron amor y seguridad complaciendo las necesidades de los demás. Por ello son muy intuitivos para captar la necesidad ajena.
La persona orgullosa se siente tan maravillosa que no necesita exhibirse, pero su máxima necesidad es la atención para lo cual seduce: a cada uno le da lo que quiere. Promete más de lo que cumple. Le atraen las emociones y las caricias, necesita gente para abrazar y contactar. Es un dar para recibir un estar en el otro para que le hagan caso. Como princesas. Es una niña buena pero puede resultar fatal. Seduce con total inocencia "Ya sé que soy maravillosa, pero no lo hago queriendo".

3. LA VANIDAD. El organizador. Falsificación.
El engaño o la mentira es el pecado capital del 3, una personalidad que busca el éxito en todo cuanto hace para lo cual trata de embellecer y manipular la realidad. El 3 recurre a un montón de trucos para enmascarar la verdad o para vender sus propias ideas o productos. Es un maestro del arte de la manipulación que emplea en lugar de la honestidad, porque esta convencido de que las mentiras son un modo de transmitir la verdad, pues considera que es verdadero todo lo que funciona.
La tendencia al engaño, mas o menos evidente, puede manifestarse de las siguientes formas:
- La orientación al éxito: el 3 es instintivo y competitivo por naturaleza y no le interesan mas que los resultados. Sabe imprimir enseguida la marcha adecuada para avanzar tanto en el campo profesional como en el de las relaciones.
- El arte de la manipulación: se expresa en su instintiva habilidad para suscitar la admiración y el favor de los demás y para exponer sus proyectos de manera convincente a la hora de conseguir todo tipo de apoyos.
- El pragmatismo: su filosofía de la vida está orientada a la acción, a posiciones y estrategias concretas. Para el 3 es verdadero lo que es practico y no existen verdades objetivas.
- La atracción sexual: esta personalidad se sirve de sus especiales aptitudes sociales y comunicativas para despertar la atención y ganarse las simpatías, convencido de que toda conquista afectiva es un nuevo éxito.
la ambigüedad. Tendencia a vivir de dos maneras diferentes: la mas visible es la orientada al exterior y está hecha de apariencia, de imagen y de adaptación, la otra tiene que ver con el mundo interior y es mas genuina, privada y protegida.
La salida buena de los organizadores consiste en integrar la virtud de la verdad, que se cultiva mediante la practica de actitudes como las siguientes:
- Ser transparente y jugar con las cartas boca arriba, sin esconderse detrás de la profesión, el cargo o la imagen.
- Ser consciente de las mascaras y trucos que se emplean para manipular al prójimo o a uno mismo.
- Prestar mas atención a los sentimientos y las necesidades del corazón, sin proyectarse instintivamente en la acción o en los propios proyectos.
- Saber percibir las diferencias entre la acción y el sentimiento, especialmente en las relaciones interpersonales.
- Reconocer la discrepancia existente entre la imagen publica que se quiere dar y el mundo privado que se quiere esconder.
- No permitir que la eficacia sea el principal criterio para valorar las situaciones y a las personas.
- Afrontar con humildad el misterio de la cruz y el fracaso como senderos hacia la verdad de las cosas y aprender a decir "me he equivocado, discúlpame".

Busca ser querido por su rendimiento y logros. Competitivo. Obsesionado con la imagen de triunfador y con status comparativo. Maestro de las apariencias. Pueden aparentar ser más productivos de lo que son en realidad. Confunden su ser real con la identidad del trabajo. Lo tres evolucionados pueden ser líderes efectivos, buenos presentadores, capitanes de los equipos vencedores.
Los Tres fueron niños que recibían premios por sus logros y puesto que eran amados por sus logros aprendieron a reprimir sus propias emociones y a adquirir el rasgo que les garantizara el amor. La idea era esforzarse mucho para lograr el reconocimiento, asumir posiciones de liderazgo y ganar, siendo muy importante evitar el fracaso. Aparentan optimismo y bienestar, abandonando sus emociones y trabajando para obtener recompensas externas. El trepador, el ejecutivo, la "superwoman" que a todo llega.
Son muy activos y evitan el tiempo libre si no les hace escalar u obtener buenos resultados. Su autoestima depende de su rendimiento. Su vida familiar es de anuncio: "Viajamos juntos, hablamos mucho con los chicos, jugamos a tenis". Interpreta la imagen profesional requerida. Competitivos, pasión por el éxito. Sienten que son sólo lo que aparentan, una mujer puede identificarse con su bonita forma, su modo de vestir (su máscara). Muy perfecto pero alienado. "No sé quien soy, pero lograré lo que me proponga", "Debo ser el mejor para que me tengan en cuenta". Arrogantes, ambiciosos, entusiastas, enérgicos, dominantes, tipo neutro, controlado, frío en las emociones, gestos estudiados. Se encuentra mal en soledad, necesita ser admirada. No pierde las formas, solo muestra su tristeza en la intimidad.

4. LA ENVIDIA. El Romántico - La comparación
La envidia, el pecado capital de los 4 es un sentimiento provocado por el deseo de tener lo que no está al alcance de uno. Nace de percepción de la carencia de algo o de alguien. Este sentimiento puede asumir una connotación sexual (el deseo de mantener relaciones con alguna persona), social (la ambición de pertenecer a una clase privilegiada o de desempeñar un papel importante), material (la codicia de bienes físicos, casas, vestidos, alimentos...), intelectual (la atracción por personas cultas, eruditas y estimulantes).
La envidia puede manifestarse de las siguientes maneras:
- La pobreza de la imagen personal: La envidia parte de una insatisfacción por lo que se es o lo que se tiene, el individuo tiene dificultad para aceptarse y reconciliarse consigo mismo.
- La competición: el miedo a encontrarse con alguien que podría resultar mas atractivo e interesante que el lleva a l 4 a entablar una competición para no perder la batalla. La pugna puede situarse en el campo de la imagen, del vestido, del estilo de la vida, de las armas de seducción empleadas para conquistar la atención de alguien.
- La intensidad emotiva: para sentirse vivo y especial, el 4 busca todo cuanto es profundo, hermoso y doloroso, y rechaza la rutina y la vulgaridad.
- El maridaje con el sufrimiento: el sufrimiento es un aliado porque crea intensidad de sentimientos, riqueza de vida, sensibilidad exacerbada y mayor profundidad en el encuentro con los demás. A veces el 4 se desposa con el sufrimiento ensimismándose en el papel de victima o incomprendido.
-la búsqueda de afecto: la superación del sentimiento de vacío, de soledad y de abandono se produce mediante la Búsqueda de alguien que le ame de verdad, para conseguir esa relación puede hacerse dependiente del otro.

La salida de los "cuatros" consiste en saber descubrir el equilibrio y la armonía mediante la practica de actitudes como las siguientes:
- Aceptar serenamente la insatisfacción de los propios deseos.
- Aprender a satisfacerse sanando la tensión entre la atracción por lo que no hay y la repulsión por lo que hay.
- Vivir el presente, sin dejarse llevar por la nostalgia del pasado ni buscar compensaciones imaginarias soñando con un futuro maravilloso.
- No ceder a la autocomplacencia, sino encauzar las propias energías en acciones constructivas, desarrollando las propias capacidades sociales.
- Valorar con serenidad y apertura lo que es único y exclusivo y lo que es normal y ordinario, tanto dentro como fuera de uno mismo.
-Transformar las propias heridas en compasión y comprensión para con los sufrimientos de los demás.
- Recuperar el equilibrio de la propia vida sentimental.
- Amarse y aceptarse, aprendiendo a ser buena compañía para uno mismo.

Atraído por lo inaccesible; el ideal nunca está presente en el aquí y el ahora. Trágico, triste, artístico, sensible, original; concentrado en el amante ausente, la pérdida de un amigo.
Los cuatro evolucionados son creativos y pueden ayudar a mitigar el dolor en los demás; están comprometidos con la belleza y vida apasionada: nacimiento, sexo, intensidad y muerte.
De su infancia, los Cuatro recuerdan el abandono y como resultado sufren de un sentimiento de carencia y de pérdida. Se quedan concentrados en el amor perdido, en el amor imposible. Se deprimen con frecuencia. Algunos lo aceptan de forma fatalista, permaneciendo en largos periodos de autoaislamiento, otros luchan contra la depresión a través de una frenética hiperactividad, si bien los hay que pueden profundizar en lado mas oscuro de las personas a través del arte. La melancolía crea una atmósfera de dulce lamento, haciendo que los cuatro se sientan intensamente vivos en estos cambios emocionales.
Se mantienen a una distancia segura, no muy lejos para que la nostalgia familiar no se convierta en desesperación. Tiene miedo a ser nuevamente abandonado. Están en la comparación. "Aquel tiene algo que a mi me falta". Buscan seres poderosos para emparejarse, gente protectora. Tienden a despreciar a quien les ama ya que sienten: "Qué poco vale esa persona que me aprecia, siendo como soy tan poco valiosa"
Carencia, necesidad de ser llenado con algo de fuera. Están en la queja. Rasgos físicos, marcado entrecejo, falta de volumen corporal, imagen original, cara de bruja. Atraen el amor necesitando más. "Se echa al suelo para que le levanten". "Intentos de suicidio para llamar la atención". Nunca están conformes con su pareja. Intentan ampliar su cultura y conocimientos para emular a los otros, llegando a ser muy refinados o artísticos. No se conforman con ser como el otro, además quieren cortarle la cabeza. Hay cierta relación con las maneras homosexuales. Son celosos "Si me quieren, no valen lo suficiente. Críticos y mordaces

5- LA AVARICIA. El Observador-La Negación
El 5 tiende a retenerlo todo para si. tras haber construido con esfuerzo su patrimonio intelectual y su mundo personal, no está dispuesto a privarse de lo que tiene o de lo que sabe por miedo a empobrecerse. La avaricia se manifiesta en distintos contextos: en el ámbito intelectual como tendencia a no comunicar los propios conocimientos e intuiciones; en el ámbito afectivo, como inclinación a no compartir los sentimientos y a mantenerse emotivamente distante; en el ámbito social como resistencia a implicarse y a emplear el tiempo en cosas superficiales; en el ámbito material, como apego excesivo a las cosas queridas.

Las modalidades concretas en que puede expresarse la avaricia son las siguientes:

- La autonomía: el 5 tiene una especial necesidad de exclusividad e independencia, posee una gran capacidad de supervivencia y manifiesta un estilo de vida austero.
- Acumular conocimientos: esta personalidad se distingue por su especial predilección por ampliar su patrimonio intelectual mediante la reflexión y la discusión incluso sobre conceptos abstractos y mediante la lectura de temas interesantes y estimulantes.
- Distanciamiento emotivo: esta tendencia se advierte en el limitado nivel de autoconciencia emotiva, en la sensación de vulnerabilidad en la relación con las personas al nivel de los sentimientos y en el miedo a la implicación afectiva y al consiguiente peligro de dependencia.
- La huida de los compromisos: el 5 se siente incomodo a la hora de asumir compromisos a largo plazo, porque podrían privarle de la necesaria libertad e independencia. Puede por ejemplo negarse al matrimonio porque le nacimiento de los hijos le exigiría emplear un tiempo y unas energías que no esta dispuesto a sustraer a otras esferas vitales de su existencia.
- Dejarlo para mas tarde: Prefiere observar y pensar a actuar y tiende a diferir la acción y a renunciar al propio protagonismo.

La salida que tienen los "cuatro" para su crecimiento consiste en cultivar la virtud del desinterés que se practica mediante actitudes como las siguientes:

- compartir los propios conocimientos sin temor a empobrecerse.
- no dar por supuesto que la manera de pensar de uno sea superior a la de los demás, sino ser conscientes de que hay diversos tipos de inteligencias.
- tomar la iniciativa de revelar los propios sentimientos para establecer relaciones de intimidad.
- implicarse en la acción y con los demás a fin de disminuir el propio aislamiento
- esforzarse por trabajar en equipo, sin limitarse a confiar en los propios recursos.
- dejar que la vida sea maestra, mejor que depender de los propios esquemas mentales de referencia
- mantenerse en contacto con la propia corporeidad y encauzar las energías hacia la acción.

Mantiene una distancia emocional con respecto a los demás. Protege su privacidad, no se conecta. Se siente agobiado por los compromisos y las necesidades de los demás. Se aísla de los sentimientos, de las personas y de las cosas.
Los cinco evolucionados pueden poseer excelente poder de decisión, pueden ser grandes intelectuales y monjes.
Son personas tímidas, cerradas e introvertidas, les gusta vivir aislados o solos, lejos de las tensiones emocionales. A menudo desconecta el teléfono y están apartados en los grupos.
De niños, los Cinco se sintieron invadidos, por lo que guardan su espacio y su privacidad. El mundo exterior es percibido como invasivo y peligroso, así que se conforman con lo poco que tienen antes de arriesgarse a salir de casa. Y lo que tienen es gran imaginación y gran capacidad de pensamiento. Encontrarán formas de evitar el contacto. Viven su propia vida como espectadores, intentando no involucrarse. Sienten gran necesidad de afecto pero se ven paralizados para acercarse por lo que vive desconectado de sus emociones creando un enlace mental con el mundo. Son los sabios solitarios.
Avaricia de Tiempo o de energía (no sólo de dinero). Es un cerrarse para no dar. "Si doy lo poco que tengo, me quedo sin nada". Se cansa de la vida social pero en su retiro goza de cada relación con el recuerdo. Se siente carente, retiene lo que posee. Agrede mediante la retirada del cariño. Prefiere estar libre de obligaciones, huye del compromiso. Prefiere confiar en sí mismo. Se guardan lo que sienten, no lloran fácilmente. Tienen problemas sociales de comportamiento. Se amuralla para no ser invadido. Sin movimiento, como catatónicos. Desconecta del otro a través del desconectar de sí. Orden intelectual. Inaccesible. Se siente atrapado por todo.

6. LA COBARDIA. El que duda.
El pecado radical del 6 es el miedo, un sentimiento que surge cuando se prevé una amenaza y que puede deberse a causas externas o internas. La amenaza o la sensación de peligro puede ser real o imaginaria y puede guardar relación con realidades presentes o futuras. El 6 es un especialista en idear escenarios catastróficos y es prisionero de sus propias trampas mentales.
Los miedos que le torturan tienen diversos nombres: miedo al cambio, miedo a equivocarse, miedo a lo desconocido, miedo a la soledad, miedo a la critica, a la hostilidad, al engaño o a la traición...
Frente a estos miedos, encuentra seguridad y refugio en la autoridad externa y en aquellas instituciones que representan puntos firmes de referencia para su acción. Los sufíes definieron a la Iglesia Católica como una iglesia constituida por tipos 6 pensaban efectivamente que el sistema romano se basaba excesivamente en el temor y y había llevado a muchas personas a tener miedo de Dios, del clero, de los pecados mortales, de sí mismos y de su propio cuerpo. Especialmente en el periodo que precedió al Vaticano II, la Iglesia a través de la fidelidad y la obediencia a sus verdades absolutas e indiscutibles, se presentó como un lugar ideal para las personas inseguras.

El miedo de los 6 puede asumir diversas manifestaciones:

- La incertidumbre crónica: el 6 vacila, no porque esté confuso acerca de las tareas que debe realizar, sino porque cuestiona sus propias capacidades. A menudo carecen de confianza personal, dudan de sí mismas, vacilan a la hora de tomar decisiones y tienden a recoger constantemente nuevas informaciones para no correr el peligro de equivocarse.
- La dependencia: La recuperación de la seguridad personal se produce a través de la fiel observancia de reglas y normas y la obediencia a la autoridad, mientras que las situaciones no estructuradas provocan ansiedad.
- La sospecha: El 6 no se fía fácilmente de las personas y tiende a dudar de las intenciones de los demás. Presta atención a dudar de las intenciones de los demás. Presta atención a los mensajes verbales y no verbales o a los significados ocultos, desconfía y critica a quien transgrede y esta siempre atento a prevenir eventuales peligros.
- La intolerancia ante la ambigüedad: esta personalidad tiene necesidad de claridad, de llamar a las cosas por su nombre y no soporta la idea de la ambigüedad, por eso puede mostrarse rígido e inflexible frente a aspectos o interpretaciones de la verdad que no coinciden con la suya propia o que le parecen dudosas y ambivalentes.
- La búsqueda de amistad: el 6 evita el peligro de ser rechazado promoviendo una imagen positiva de si a través de la hospitalidad, la afabilidad y la amabilidad a veces pecando de obsequioso o exageradamente fiel.

La salida del "seis" está en desarrollar la virtud del valor, que puede cultivarse mediante la practica de actitudes como las siguientes:

- Consolidad la propia autoridad interior.
- Aprender a correr riesgos y a tomar decisiones para ganar confianza en uno mismo.
- Crecer mas en los valores de fondo que en las normas o en las instituciones.
- Privilegiar la acción, en lugar de obsesionarse con elucubraciones mentales teñidas de miedos y peligros a menudo imaginarios.
- Responsabilizarse de las propias opciones y acciones, sin esconderse detrás de la autoridad.
- Expresar con claridad las propias ideas sin dejarse llevar por el miedo o por la duda frente a las posibles reacciones o criticas.
- Promover la propia autonomía e independencia, tomando decisiones en sintonía con los propios valores, aunque puedan contrastar con el parecer de los demás.
- Ser audaces, no tener miedo a tener valor.

Temeroso, obediente, lleno de dudas. El pensar sustituye al hacer, teme hacerlo por temor de ser atacado al exponerse. Es leal a la causa, vacila, se siente perseguido y se rinde cuando le acorralan. Al sentirse acorralado sale a enfrentar el terror de forma agresiva.
Los seis mas trabajados pueden ser excelentes miembros de un equipo, soldados leales y buenos amigos. Trabajan en una causa de la misma manera que otros trabajan para su beneficio personal.
Los Seis, de jóvenes, recuerdan haber temido a las personas que tenían poder sobre ellas y haber sido incapaces de actuar por sí mismos. Para aliviar esta inseguridad tratan de encontrar una figura protectora sólida o ir en contra de la autoridad. Brindan lealtad a una institución protectora como la Iglesia, una empresa.. Son en extremo leales, encuentran en el grupo su identidad y su seguridad. La duda, incapacidad para decidir, miedo al castigo. Su vacilación deriva de su inseguridad.
Son paranoicos, se sienten vigilados. Son bastante tímidos, depende del subtipo (6-belleza, 6-Fuerza o 6-conservación). Lucha contra el miedo. Obediente con los de arriba, autoritario con los de abajo. Necesita apoyarse en otro, busca la alianza por temor a la propia indefensión. Tendencia a controlar sin permitirse el instinto o la intuición. Los hombres Seis tuvieron problemas con el padre. Tienen un nivel muy alto de culpa. Una vez tomada una decisión, aún continúan con la duda. Los Seis Fuerza necesitan demostrar su poder en cualquier situación para prever que nadie se le vuelva en contra, por miedo.

7. LA GULA. El epicúreo-El escapista

El pecado de los "7" es la destemplanza. No se trata solo de una avidez limitado a los pecados de la gula, sino de una inclinación general al exceso y a la inmoderación.
El Peligro esta en idolatrar el placer, un peligro especialmente presenta en la actual sociedad del bienestar, que alimenta la cultura de la gratificación y de la satisfacción inmediata de deseos y apetitos diversos. El pecado de destemplanza puede expresarse a nivel cultural, en la necesidad de asistir a cursos, de vivir nuevas experiencias, de hacer viaje. A nivel físico en la necesidad de satisfacer al cuerpo con los placeres de la cocina y del sexo. A nivel social en la exigencia de establecer nuevos contactos, conocerá otras personas y vivir nuevas e interesantes aventuras. Si el 4 tiende a jijarse en sus carencias, el 7 considera que nunca ha experimentado lo suficiente.
La tendencia a excederse puede manifestarse de las siguientes maneras:

- El permisivismo: orientación instintiva a satisfacer las propias necesidades concediéndose la libertad de obrar de acuerdo con el deseo del momento
- El narcisismo: amor desmesurado a uno mismo, que puede traducirse en el exhibicionismo y el protagonismo o en la necesidad de aparecer como superior a los demás intelectual o socialmente.
- La seducción: el 7 puede valerse de su encanto social para resultar agradable y ganarse la benevolencia, el apoyo y la admiración de los demás.
- La falta de perseverancia: el entusiasmo demostrado ante los estímulos y las novedades se traduce en abandono frente a las dificultades, a menudo los 7 escurren el bulto cuando hay que sacrificarse, ser tenaces y seguir adelante.
- La rebelión: se da en el 7 una actitud de oposición a la autoridad, especialmente cuando esta puede turbar su optimismo o ejercer algún tipo de control sobre su libertad y su imaginación.

La salida de los "siete" consiste en interiorizar la virtud de la sobriedad, que se cultiva mediante la practica de actitudes como las siguientes:
- valorar cada momento con todo lo que de bueno y creativo puede ofrecer.
- llevar adelante los compromisos adquiridos, sin buscar evasiones, distracciones o cambios.
- escuchar al que sufre sin necesidad de pintar las cosas de color de rosa
- saber discernir prudentemente las prioridades. sin dejarse llevar por el impulso del momento.
- no imponer el propio ritmo ni el propio humor a los demás, sino saber adaptarse a las circunstancias y a las personas.
- amar y celebrar la vida y su aspecto gozoso, pero no a expensas del lado oscuro de la existencia.
- aceptar la enfermedad y las cruces cotidianas como aportación a la propia maduración humana y espiritual.
- experimentar el silencio y la reflexión como ocasiones para acceder a lo profundo de las cosas y no quedarse en la superficie.

Locuaz seductor, busca el placer, evita el dolor. Gastrónomo, simpático, aventurero pero evasivo del compromiso y de los límites. Abierto, compañero divertido, no termina lo que empieza, hace planes pero no los ejecuta. Vende su proyecto pero embauca a otros para que lo realicen.
Los buenos sietes pueden ser buenos teóricos, renacentistas, elegantes y amables.
Los Siete en su infancia eludieron el miedo escapando por medio de las infinitas posibilidades de la imaginación. Suele haber un padre al que se han revelado. Se acercan a las personas para tratar de atraerlas y desarmarlas con su encanto. Adictos a la planificación y a la diversión. Confunde los proyectos con la realidad es un soñador un fantasioso. No tienen límites y sientes que la vida tampoco los tiene. Ansia de satisfacción. Búsqueda del placer, que es una huida del dolor. Complacientes. Capacidad verbal extrema, charlatán. Vendedor, embaucador, tramposo, encantador, poder de persuasión. "No hay . La vida es juego. Son bastante payasos y les importa la popularidad. Utiliza la astucia, es listo. Es generoso, nunca renuncia a nada, es dulce. Su lema es "más y . Tipo gozador. Es narcisista, posee gustos exquisitos y una atracción por las experiencias cumbre. Rehúsa el compromiso o si lo hace no suele cumplir, y aunque parece poco fiable suele ser muy responsable en el trabajo y lo hace con gusto.
Es optimista y siempre ve abiertas futuras posibilidades de éxito.

8. LA LUJURIA. El mandón
El pecado original del jefe es la arrogancia y/o la lujuria. Ambas tendencias nacen de la pasionalidad y en el exceso.
La lujuria es el deseo vehemente de placeres carnales. La arrogancia es la pretensión de estar en la verdad, de imponérsela a los demás o de afirmarla sin amor. Aun manteniendo abiertas ambas tendencias, tomaremos en consideración especial la arrogancia como expresión de poder que puede manifestarse de los siguientes modos.
- El control: exigencia de dominar las situaciones, vencer en una competición, imponerse en un enfrentamiento directo, hacer respetar el propio espacio y las propias opiniones.
- El predominio de la acción: la identidad de esta personalidad esta vinculada a la acción y a los resultados concretos, con el peligro de descuidar o infravalorar la importancia de los sentimientos en las relaciones.
- El sarcasmo: a veces el 8 puede recurrir a actitudes punitivas para hacer valer su superioridad como el sarcasmo, la ironía, la intimidación y la humillación.
- La contestación: frente a las fuerzas que obstaculizan su voluntad y sus convicciones, el 8 puede oponer resistencia rechazando la colaboración, provocando el conflicto, denunciando la injusticia y asumiendo una actitud rebelde.
- La intensidad: la determinación y la aparente seguridad del 8 puede significar falta de sensibilidad a su propio mundo afectivo, inclinación a enmascarar su vulnerabilidad y falta de respeto para con la dignidad y el valor del otro.

Lo que deben aprender los jefes es interiorizar la virtud de la sencillez, que se cultiva mediante la practica de actitudes como las siguientes:
- Dejar que el niño que todos llevamos dentro se manifieste y pueda expresarse.
- Aprender a ser queridos y no temidos por los demás.
- Hacerse mas capaces de expresar el aspecto tierno y vulnerable de la propia naturaleza.
- Ser mas atentos y sensibles a los sentimientos propios y a los ajenos, sin tratar de negarlos o esconderlos.
- Convencerse de que nadie es autosuficiente y de que una sana dependencia de los demás es señal de humanidad y madurez.
- Reconocer que cada cual tiene su parte de verdad que ofrecer y no pretender imponer la propia.
- Aprender a adaptarse a las personas y a las situaciones sin pretender ejercer el control sobre las cosas.
- Ser pacientes con el prójimo, reprimiendo el impulso da formular juicios apresurados y sumarios sobre las personas.

Tiene que tener el control. Hace demostraciones de fuerza, le encantan las luchas de poder y los enfrentamientos. Forma de vida excesiva: demasiadas cosas, sexo, trasnochador, ruidoso. Da la cara por sí mismo y por sus amigos, combativo, extremadamente protector.
Los Ocho evolucionados son excelentes líderes, poderosos. Tratan de proteger a sus amistades de cualquier peligro.
Los Ocho describen una infancia combativa donde los fuertes eran los respetados y los débiles no lo eran. La sólida coraza del Ocho protege el corazón de un niño dependiente, prematuramente expuesto a circunstancias adversas. Para protegerse captan de inmediato las intenciones negativas de los demás. Encuentran su identidad como justicieros, enorgulleciéndose de su deseo de defender a los débiles. Su asunto principal es saber quien tiene el poder para ejercer su propio poder sobre la situación y mantener el control. Si los ocho se encuentran en una posición subordinada, minimizarán el hecho de que la autoridad posee control sobre su comportamiento y abusarán de los límites y de la interpretación de las reglas, hasta tener claro cuales serán las consecuencias. El Ocho siempre considera que la verdad siempre surge durante una riña. Los ochos no permiten que se cuestione su propia opinión. En lugar de buscar alianzas o acuerdos, su estrategia es la total usurpación del poder. El modo de liberar la sobrecarga de energía que tienen consiste en excederse, crear problemas, interfiriendo en la vida de sus amistades, excederse con la comida, el sexo o las sustancias.
Intensidad sin medida. rebeldía. No sienten culpa ni miedo. Primitivos pero no rencor, pena o vergüenza. Posesivos, celosos, agresivos, competitivos. Llevan la verdad hasta el escándalo . Gusto por los peligros, temerarios, niega las normas sociales, intolerancia a la frustración. Son la pura acción. No pide para no arriesgarse a una negativa, lo arrebatan. Atropelladores Rechaza la autoridad, rompe con todo obstáculo que le impida realizar sus deseos. No aparece por los psiquiatras.

9. LA PEREZA. El mediador
La pereza es el pecado capital del 9 que tiene el peligro de abandonarse a la inactividad y dejar para mañana lo que tendría que hacer hoy, o de dejarse influir por el humor del momento o por las decisiones de los demás. Los pecados del 9 son por "omisión" y tienen que ver con cosas que no se han hecho, con oportunidades que se han perdido y con cualidades que se han reprimido y se han mantenido ocultas. Prefiere dejar a otros, evitando los conflictos y no afrontando los problemas. La pereza puede asumir las siguientes manifestaciones:
- La resistencia al cambio: predilección por las cosas habituales y rutinarias, agresividad pasiva, tendencia a la resignación.
- El olvido de si mismo: dificultades para la introspección y para la conciencia de las propias necesidades, renuncia a los deseos para responder a las e expectativas ajenas, tendencia a desacreditarse, necesidad de pasar inadvertido.
- La compensación: tendencia a colmar la inercia mediante actividades compensatorias, como la dependencia del alcohol, de la comida, de la televisión, de la lectura o de un hobby. Trata de narcotizarse para no enfrentar las situaciones difíciles
- La distracción: inclinación a despilfarrar las energías en intereses del momento, sin objetivos de fondo hacia los que orientar el propio esfuerzo.
- Intensidad a través de las pertenencias: La imagen que el 9 tiene de si mismo está mediatizada por sus contextos de pertenencia, como la familia, el ambiente de trabajo o el grupo de amistades, que contribuyen a definir las funciones y la identidad. Y sobre todo está la búsqueda de fusión con la pareja para compensar la débil identidad personal.
La salida para los mediadores está vinculada a la capacidad de desarrollo de la virtud de la diligencia, que se cultiva mediante la practica de actitudes como las siguientes:
- asumir la responsabilidad por los dones recibidos, implicándose en la vida y con los demás.
- encender el fuego interior de la motivación y apretar algo mas el acelerador.
- afirmar el propio valor y dignidad, conscientes de que no es posible amar al prójimo sin amarse a uno mismo.
- desarrollar la pasión por la vida, sacando a la luz las propias energías y capacidades.
- expresar las opiniones propias y afrontar de manera constructiva los conflictos y las diferencias, evitando hacer creer a toda costa que todo es paz y armonía.
- establecer limites y plazos en la realización de los proyectos, sin perderse en infinitas distracciones o casas no esenciales.
- aprender a centrar la atención tomando la iniciativa, estableciendo prioridades y tomando decisiones.
Obsesivamente ambivalente, ve todos los puntos de vista. Conoce las necesidades de los demás mejor que las propias; agradable, manifiesta la ira en formas indirectas. Los nueve evolucionados pueden ser excelentes pacifistas, consejeros, negociadores. Los Nueve fueron niños que se sintieron ignorados durante su infancia, no se sentían escuchados y las necesidades de los demás eran más importantes que las propias. Se adormecieron y olvidaron sus verdaderos deseos procurándose pequeñas comodidades y sustitutos para el amor. Aprendieron a anestesiarse y a olvidarse de sí mismos al darse cuenta de que sus prioridades probablemente no serían consideradas. Pierden el contacto con lo que quieren al fusionarse con los deseos de los demás. Tienen dificultad en decir que no y sienten que al entablar una relación ni siquiera se han preguntado su necesidad sino la del otro. Se encarga de mantener la paz, de mediar, de estar de acuerdo con los otros. No discuten nada, enseguida asumen la opinión ajena. Son lentos se pierden en los detalles y dan rodeos. No llegan al grano de la cuestión. Sin embargo toda esa tolerancia guarda dentro de ellos un volcán de rabia a punto de erupción. Contienen la ira pero la expresan como terquedad o agresión pasiva.
Es un adormecimiento psíquico, no quieren ver ni trabajarse. Pereza de ser, de sentir su interior, Pereza a la intensidad. Su depresión es resignada. excesivo conformismo. Aspecto sano, como el campesino satisfecho, Sancho Panza. Tapan la realidad para no enfrentar el dolor. " La vida es simple, no sé porqué la gente se complica". Ni siquiera se da cuenta que sufre, está narcotizado. Se suele evadir a través del hacer cualquier cosa inútil. Aparenta no tener problemas, si bien va experimentando un empobrecimiento. Adopta valores del entorno.




Resumen realizado por Fernando String de distintas fuentes, apuntes privados y textos publicados.








Arte: Max Ernst

miércoles, 8 de octubre de 2008

El Cristo histórico

En el primer capítulo hablamos ya de la identidad de todas las religiones del mundo, y vimos que el estudio de esta identidad, por lo que se refiere a creencias, simbolismo, ritos, ceremonias, historias y fiestas conmemorativas, ha producido una escuela moderna que asigna a todo ello un origen común: la ignorancia humana, y la explicación primitiva de los fenómenos naturales. De esta identidad se han sacado armas para herir de muerte a cada religión en particular; y los ataques más rudos contra el Cristianismo y contra la existencia histórica de su fundador han partido de este campo. Así es que para hacer el estudio de la vida de Cristo y de los ritos del Cristianismo, de sus sacramentos y de sus doctrinas, resultaría fatal la ignorancia de los hechos tal cual se presentan ordenados por los autores de Mitología Comparada. Bien comprendidos, pueden ser de provecho más bien que dañosos.
Hemos visto que los Apóstoles y sus sucesores interpretaban el Antiguo Testamento con la mayor libertad, atribuyéndole un sentido alegórico y místico, mucho más importante que el histórico, aunque no negasen éste en modo alguno; y no hacían escrúpulos de enseñar al creyente instruido que algunas de sus narraciones, históricas al parecer, eran en realidad puramente alegóricas. En ningún otro caso, quizá, es más necesario hacerse de esta inteligencia, que cuando se trata del estudio de la historia de Jesús, llamado el Cristo; pues si no desenredamos los enmarañados hilos, y no vemos dónde han sido tomados los símbolos como sucesos y las alegorías como historias, perderemos la mayor parte de la instrucción encerrada en el relato y mucho de su rarísima belleza. Nunca insistiremos lo bastante en afirmar que el Cristianismo tiene que ganar y nada que perder, añadiendo a la fe y a la virtud el conocimiento, conforme lo ordenaron los Apóstoles (1). Temen los hombres que el Cristianismo se debilite si se le mira a la luz de la razón, y consideran "peligroso" el admitir que los sucesos que se han considerado históricos, tienen el alcance más profundo de un significado mítico o místico. Pero es al contrario, pues se fortalece; y el que así lo estudia, ve con alegría que la perla de gran valor brilla con una luz más clara y más pura, cuando se la despoja de la cubierta de ignorancia, y saltan a la vista sus múltiples matices.
Hay al presente dos escuelas, diametralmente opuestas, que sostienen una contienda acerca de la historia del gran Maestro hebreo. Según una, los relatos de su vida sólo contienen mitos y leyendas creados para explicar fenómenos naturales: restos de un método pintoresco de enseñanza de ciertos hechos de la Naturaleza, encaminado a imprimir en las mentes incultas determinadas clasificaciones de acontecimientos naturales, importantes en sí mismos, y que se prestaban a la educación moral. Forman los que así opinan; una escuela bien definida, en la que figuran hombres de gran erudición y elevado entendimiento, en derredor de los cuales se amontona una turba menos instruida, que se pronuncia con cruda vehemencia, aportando las teorías más destructoras.
A esta escuela se opone la de los cristianos ortodoxos, que sostienen que la vida entera de Jesús es histórica, sin mezcla de leyendas ni de mitos. Afirman que se trata de la historia de un hombre que nació hace diecinueve siglos en Palestina, y que pasó por todas las vicisitudes y acontecimientos expresados en los Evangelios, sin que la narración tenga otro significado que el de una vida divina y humana.
Están, pues, las dos escuelas en completo antagonismo, asegurando la una que todo es leyenda, y declarando la otra que todo es historia. Median entre ellas pensadores de muchos y diversos matices, que en general son llamados "librepensadores", los cuales consideran la narración de aquella vida, legendaria en parte, y en parte histórica, pero no ofrecen método alguno definido y racional de interpretación, ni alguna explicación adecuada del complicado conjunto. Y asimismo encontramos dentro de la comunión cristiana un número considerable y siempre creciente de fieles y devotos creyentes, cuya
inteligencia es refinada, su fe ardiente y sus aspiraciones sinceramente religiosas, y que ven en la narración de los Evangelios algo más que la historia de un solo y particular Hombre divino. Al defender su posición, en lo que se refiere a las escrituras recibidas, declaran que la historia de Cristo tiene un sentido más profundo y trascendental que el que aparece en la superficie, y aún sosteniendo el carácter histórico de Jesús, afirman que EL CRISTO es más que el hombre Jesús, y que tiene un significado místico. En su apoyo mencionan frases tales como la de San Pablo, donde dice: "Hijitos míos que vuelvo otra vez a estar de parto de vosotros hasta que Cristo sea formado en vosotros" (2); y es notorio, en verdad, que en este pasaje no pudo referirse San Pablo a un Jesús histórico, sino a cierta florescencia del alma humana, que para él constituía la formación de Cristo en ella. Este mismo maestro declara también que, aunque había conocido a Cristo según la carne, en adelante no volvería a conocerle más así (3); con lo que sin duda daba a entender que, si bien reconocía al Cristo de carne -a Jesús-, había alcanzado, sin embargo, un punto de vista más alto, desde el cual el Cristo histórico le aparecía en la penumbra.
Este es el punto de vista tras el que andan muchos en estos nuestros tiempos; suspensos frente a los hechos puestos en claro por la Mitología Comparada, perplejos a la vista de las contradicciones contenidas en los Evangelios y confundidos al reconocer su incapacidad para resolver tales problemas, mientras permanezcan ligados al mero superficial sentido de las Sagradas Escrituras, gritan desesperadamente proclamando que la letra mata y que sólo el espíritu vivifica; y, entretanto, ponen todo su esfuerzo en rastrear algún significado amplio y profundo en una narración tan antigua como las religiones del mundo, y centro y vida de cada una de ellas, conforme han ido apareciendo. Estos asendereados pensadores, demasiadamente indefinidos y desligados entre sí para que pueda considerárseles formando escuela, tienden una mano a los que juzgan que todo es leyenda, sugiriéndoles la aceptación de una base histórica; la otra tienden a sus compañeros cristianos, avisándoles del peligro que corren, y que aumenta por días, de que se pierda por completo el sentido espiritual, si continúan apegados a la mera significación literal, indefendible ya frente a los conocimientos invasores de la edad en que vivimos. Hay peligro de que se pierda "la historia del Cristo", juntamente con la idea del Cristo, que ha sido la inspiradora y ha servido de arrimo, así en Oriente como en Occidente, a millones de almas nobles, sean cuales fueren los nombres con que al Cristo se conozca y las formas en que se le adore. Sí, se corre el riesgo de que la perla de gran precio se escape de nuestras manos, y quede el hombre por siempre más pobre.
Para desvanecer el peligro, es necesario desenredar los diferentes hilos de la historia del Cristo y colocarlos uno al lado de otro con la debida separación: el hilo de la historia, el hilo de la leyenda, el hilo del misticismo. Los tres fueron torcidos en una sola cuerda, para confusión de los hombres pensadores; mas, al desenredarlos, nos encontramos con que la narración se hace más valiosa con el conocimiento que se le añade; y mientras más clara sea la luz que se arroje sobre ella, tanto mayor será su belleza, como pasa con todo lo que tiene la verdad por fundamento.
Estudiaremos primero el Cristo histórico, después el Cristo mítico. Y en tercer lugar el Cristo místico, y veremos que al Jesucristo de las Iglesias lo forman elementos sacados de todos ellos. Todos entran en la composición de la grandiosa y patética figura que domina los pensamientos y emociones de la Cristiandad: el hombre de las amarguras, el Salvador del mundo, el amoroso Señor del género humano.
EL CRISTO HISTÓRICO O JESÚS EL SANAOOR y EL MAESTRO

El hilo de la narración histórica de la vida de Jesús puede desenredarse sin gran dificultad de los demás con que se halla entretejido. Para este estudio debemos utilizar la ayuda que pueden prestarnos esos anales del pasado que son capaces de comprobar las personas experimentadas en su averiguación, anales de los que se han extraído y publicado ciertos detalles relativos al Maestro hebreo, por H. P. Blavatsky y por otros peritos en la investigación oculta. Ahora bien; esta palabra "perito", con relación al Ocultismo, es a propósito para suscitar una recusación en el ánimo de muchos. Sin embargo, sólo indica una persona que por sus estudios especiales y por su especial educación, ha acumulado conocimientos especiales también y ha desarrollado facultades o poderes que le permiten emitir una opinión, fundada en su propio conocimiento individual sobre el asunto de que se trata. Así como calificamos a Huxley de perito en biología, al Mayor Wrangler de perito en matemáticas, y a Lyell de perito en geología, de igual modo podremos muy bien llamar perito en Ocultismo al individuo que, por haber primero dominado intelectualmente ciertas teorías fundamentales de la constitución del hombre y del universo, y por haber después desarrollado en sí mismo ciertos poderes que están latentes en todos los hombres -y que pueden desenvolverse por los que se dedican a estudios apropiados-, adquiere facultades que le ponen de manifiesto los procesos más obscuros de la Naturaleza. Así como un hombre puede nacer con disposiciones para las matemáticas, y, ejercitándolas año tras año, puede aumentar enormemente su aptitud, asimismo puede nacer un hombre con ciertas facultades que corresponden al Alma, las cuales le es dado desarrollar por medio de la educación y de la disciplina. Si después de desarrolladas, las aplica al estudio del mundo invisible, este individuo llega a ser perito en la Ciencia Oculta, y puede, a voluntad, pasar revista a los anales a que antes me he referido. Semejante revista se halla tan fuera del alcance del hombre vulgar, como lo está un libro escrito con los símbolos de las altas matemáticas, respecto a los profanos en tales ciencias. Nada hay exclusivo en el conocimiento, salvo en lo que toda ciencia es exclusiva; los que nacen con una facultad y la educan, pueden dominar la ciencia que le sea apropiada, al paso que los que vienen a la vida sin facultad alguna o los que, poseyéndola, no la desarrollan, tienen que contentarse con permanecer ignorantes. Estas son las reglas para
obtener el conocimiento en todo: lo mismo en Ocultismo que en cualquiera otra ciencia.
Los anales ocultos, en parte confirman la narración de los Evangelios y en parte no; nos muestran la vida de Jesús, y de este modo nos facilitan el separarla de los mitos que con ella están entrelazados.
El niño, cuyo nombre judío se ha transformado en el de Jesús, nació en Palestina 105 años antes de nuestra Era, siendo cónsules Publio Rutilio Rufo y Gnae Mallio Máximo.
Sus padres, de linaje distinguido, aunque pobres, le educaron en el conocimiento de las Escrituras hebreas. Mas su ferviente devoción y su gravedad, que no emparejaba con sus años, resolvieron a aquéllos a dedicarle a la vida religiosa y ascética; y como poco después, en una visita que hizo a Jerusalén, mostrase su extraordinaria inteligencia y su afán de saber, yendo en busca de los doctores del templo, le enviaron a adquirir la enseñanza de una comunidad de esenios que habitaba el desierto meridional de Judea. A la edad de diecinueve años entró en el monasterio esenio situado en las proximidades del Monte Serbal, instituto muy visitado por los sabios que desde Persia y la India iban a Egipto, y donde existía una magnífica biblioteca de obras ocultas, indas muchas de ellas, de las regiones más allá del Himalaya. Desde este lugar de místico saber, pasó más tarde a Egipto. Había sido plenamente instruido en las doctrinas secretas que constituían entre los esenios la verdadera fuente de vida; y en Egipto fue iniciado como discípulo de esa sublime Logia de donde salen los Fundadores de todas las grandes religiones, pues Egipto ha seguido siendo uno de los grandes centros que hay en el mundo, para la guardia de los Misterios verdaderos de los cuales sólo son débiles y lejanos ref1ejos todos los Misterios semi-públicos. Los Misterios hist6ricamente calificados de egipcios eran sombras de los asuntos de que realmente se trataba "en la Montaña", y allí fue consagrado el joven hebreo de un modo solemne que le preparó para el Sacerdocio Regio, a que llegó más tarde. Era su pureza tan sobrehumana y tan grande su devoción, que en su edad viril, llena de gracia, aventajaba con mucho a los severos y algún tanto fanáticos ascetas con quienes se había educado, derramando entre los adustos judíos que le rodeaban, la fragancia de una sabiduría suave y tierna, corno rosal que plantado por modo extraño en un desierto, esparciera sus perfumes sobre la estéril llanura. La majestuosa gracia y hermosura de su nítida pureza formaban en torno suyo radiante aureola, y sus cortas palabras, dulces y amorosas, despertaban aún en los más duros temporal gentileza, y en los más rígidos pasajera ternura. Así vivió veintinueve años de vida mortal, creciendo de gracia en gracia.
Con pureza y devoción tan sobrehumanas, estaba en condiciones para servir de templo a un Poder más elevado, para ser la morada de una Presencia poderosa. Había sonado la hora de que se realizase una de las Manifestaciones Divinas que de tiempo en tiempo vienen en auxilio de la humanidad, cuando -para apresurar la evolución espiritual se necesita un nuevo impulso, cuando la Aurora de una nueva civilización va a despuntar. Estaba entonces el mundo occidental en la matriz del tiempo, a punto de nacer, y estaba la superraza teutónica dispuesta a empuñar el cetro del imperio que se caía de las manos trémulas de Roma; pero antes que emprendiese su jornada, debía aparecer un Salvador del Mundo y colocarse junto a la cuna del Hércules niño y bendecirlo.
Un poderoso "Hijo de Dios" debía encarnar en la tierra, un Instructor supremo, "lleno de gracia y de verdad" (4), que poseía la Sabiduría Divina en su más plena medida, que era en realidad "el Verbo" encarnado, Luz y Vida desbordadas, Fuente positiva de Aguas vivas. Señor de Compasión y de Sabiduría -éste era Su nombre-, que desde Sus estancias en los Lugares Ocultos bajó al mundo de los hombres.
Mas necesitaba un tabernáculo terrestre, una forma humana, el cuerpo de un hombre. ¿Quién más a propósito para ceder su cuerpo con voluntad y alegría, en servicio de Uno
ante el cual ángeles y hombres se humillaban con la más profunda reverencia, que este hebreo, el más noble y puro entre "los Perfectos", cuyo cuerpo y alma inmaculados eran lo mejor que la humanidad podía ofrecer? El hombre Jesús se entregó voluntario al sacrificio, "se ofreció sin mancha" al amante Señor, que tomó para sí aquella forma pura como tabernáculo, y vivió en ella tres años de vida mortal.
En las tradiciones contenidos en los Evangelios se encuentra esta época señalada por el Bautismo de Jesús, cuando se vio al Espíritu "que descendió del cielo como paloma y reposó sobre El" (5), y una voz celestial le proclamó el Hijo muy amado a quien los hombres debían prestar oído. Y era él, en verdad, el Hijo amado en quien el Padre tiene su complacencia (6) ; y desde entonces "comenzó Jesús a predicar" (7), y fue aquel grande misterio: "Dios se ha manifestado en la carne" (8). Mas no fue único en ser Dios, porque: "¿No está escrito en vuestra ley; Yo dije, Dioses sois? Si dijo Dioses a aquellos a quienes fue dada la palabra de Dios, y la escritura no puede ser quebrantada, ¿a mí, a quien el Padre santificó y envió al mundo, vosotros decís: tú blasfemas, porque dije: Hijo de Dios soy?" (9). De cierto, todos los hombres son Dioses por el Espíritu que llevan dentro; pero no en todos está manifestado el Dios supremo como lo estaba en aquel su muy amado Hijo.
Esta Presencia manifestada puede llamarse correctamente "el Cristo," Ella fue quien vivió y anduvo por las colinas y llanuras de Palestina, bajo la forma del hombre Jesús, enseñando, curando enfermos y reuniendo en torno suyo como discípulos algunas almas más desarrolladas. El encanto extraordinario de Su Amor Real, que irradiaba de Sí como el Sol sus rayos, atraía a Su lado a los que sufrían, a los fatigados, a los oprimidos; y la magia tierna y penetrante de Su gentil sabiduría purificaba, dulcificaba y ennoblecía aquellas vidas que se ponían en contacto con la Suya. Enseñaba con parábolas y luminosas imágenes a las ignorantes multitudes que alrededor de El se apiñaban, y, haciendo uso de las facultades del Espíritu en libertad, sanaba muchos enfermos con la palabra y el tacto, multiplicando las energías magnéticas de Su cuerpo puro con la fuerza impulsiva de Su vida interna. Rechazáronle Sus hermanos esenios, entre los cuales trabajó al principio, porque comunicaba a las gentes la sabiduría espiritual -en la historia de la tentación están sintetizados los argumentos empleados en contra de Su vida dedicada a una obra de amor-, la sabiduría espiritual que ellos guardaban con orgullo como su secreto tesoro, y porque su amor anchísimo, dirigido siempre al Yo Divino, presente así en los elevados como en los humildes, atraía dentro de su esfera a los degradados ya los proscriptos. Por esto vio muy pronto cómo se condensaban sobre Su cabeza las negras nubes de la sospecha y del odio. Los instructores y gobernantes de Su nación vinieron presto a mirarle con celos y rabia; Su espiritualidad era la constante censura de su materialismo; Su poder, la continua, aunque muda, prueba de su impotencia. Tres años habían transcurrido apenas de Su bautismo cuando estalló la tempestad que venía formándose, y el cuerpo humano de Jesús sufrió castigo por llevar en sí la gloriosa Presencia de un Instructor sobrehumano.
El pequeño círculo de discípulos escogidos que había elegido como guardadores de 'Su enseñanza, fue privado así de la presencia física de su Maestro, antes que le fuese dado asimilarse Sus instrucciones; pero eran ellos almas avanzadas de elevado tipo, aparejados para el aprendizaje de la Sabiduría, y aptos para transmitirla a hombres de menores vuelos. Entre todos, el más abierto a la enseñanza fue aquel "discípulo que Jesús amaba", joven, entusiasta, ferviente, profundamente devoto de su Maestro y coparticipe de Su espíritu de amor amplísimo. En la centuria que siguió a la desaparición de Cristo del mundo físico, fue el representante de la devoción mística que va tras el éxtasis, tras la visión divina, tras la unión con lo Supremo; mientras que el último gran Apóstol, San Pablo, representó el aspecto de la Sabiduría de los Misterios.
El Maestro no olvidó la promesa que les hizo de venir a ellos después que el mundo hubiese dejado de verle (10), y por más de cincuenta años les estuvo visitando con Su cuerpo sutil espiritual, prosiguiendo las enseñanzas que había comenzado cuando entre ellos vivía, y adoctrinándolos en el conocimiento de las verdades ocultas. Ellos vivieron bastante tiempo reunidos en un lugar apartado de los confines de Judea, sin llamar la atención entre las muchas comunidades aparentemente similares de aquel entonces. Estudiaban las profundas verdades que El les enseñaba, y adquirían "los dones del Espíritu”.
Estas instrucciones íntimas, comenzadas en su vida física y continuadas después de abandonado el cuerpo constituyeron el fundamento de los "Misterios de Jesús", que hemos visto en la historia de la Iglesia primitiva, y que formaron su vida interna: núcleo a que se fueron adhiriendo los materiales heterogéneos que al cabo formaron al Cristianismo eclesiástico.
En el notable fragmento, llamado Pistis Sophia, figura un documento del mayor interés, el cual se refiere a la enseñanza oculta, y está escrito por el famoso Valentino. En él se dice que las lecciones de Jesús a sus discípulos llegaron en los once años que siguieron a Su muerte, tan sólo a "las regiones de los primeros estatutos, al primer misterio dentro del velo (11).
Hasta entonces no habían aprendido la distribución de los órdenes angélicos, de lo cual habla en parte Ignacio (12). Después Jesús, estando "en la Montaña" con Sus discípulos, que recibieron Su Vestidura mística, el conocimiento de todas las regiones y las Palabras de Poder para entrar en ellas, les enseñó más aún, prometiéndoles: “Yo os perfeccionaré en toda la perfección, desde los misterios del interior a los misterios del exterior; yo os colmaré de Espíritu de suerte que seáis llamados espirituales, perfectos en todas las perfecciones" (13)
y los instruyó acerca de lo que era Sophia, la Sabiduría, y de su caída en la materia, en su intento de elevarse a lo más Alto, y de sus clamores a la Luz en quien había puesto su
confianza. y del envío de Jesús para redimirla del caos, y de su coronación con la luz de Aquél, y de su liberación de la servidumbre. Y aún siguió más adelante, hablándoles del más elevado Misterio, el inefable, el más sencillo y claro de todos, aunque el más alto, el que sólo debía ser conocido de aquel que renunciare el mundo de un modo completo (14); por este conocimiento los hombres ,se convertían en Cristos, pues tales "hombres son yo mismo, y yo soy esos hombres", pues Cristo es ese Misterio más elevado (15). Conocimiento de que los hombres son transformados en pura luz y llevados dentro de la luz” (16). Y celebró para ellos la gran ceremonia de la Iniciación, el bautismo, "que conduce a la región de la verdad ya la región de la luz", y les mandó celebrarlo para otros que fuesen dignos: "Pero ocultad este misterio, no lo comuniquéis a todos, sino a aquellos solamente que hagan todas las cosas que os he señalado en mis prescripciones" (17).
Después de esto, los apóstoles, instruidos por completo, salieron a predicar, ayudados siempre de su Maestro.
Además, tanto ellos mismos como sus primitivos compañeros, trasladaron de su memoria a la escritura todos los discursos públicos y las parábolas que a su Maestro habían oído, y de igual modo, reuniendo con gran cuidado todas las noticias que pudieron recoger, las pusieron por escrito y las hicieron circular entre los que se iban adhiriendo a su pequeña comunidad. Formáronse varias colecciones, escribiendo cada cual lo que recordaba, y añadiendo lo más selecto de los relatos de los demás. Las enseñanzas íntimas dadas por Cristo a Sus elegidos, no se escribieron, sino que fueron transmitidas oralmente a los dignos de recibirlas, a discípulos constituidos en pequeñas comunidades para hacer vida retirada, aunque siempre en contacto con el cuerpo central.
Es, pues, el Cristo histórico un Ser glorioso que forma parte de la gran jerarquía cuyo cometido es guiar la evolución espiritual de la humanidad; el cual ocupó por espacio de tres años enseñando públicamente por toda la Jadea y Samaria, curó enfermos, llevó a cabo obras ocultas señaladas, y reunió en torno Suyo una pequeña agrupación de discípulos a quienes comunicó las verdades más profundas de la vida del espíritu, y con rara ternura, singular amor y preciosa sabiduría conquistó los ánimos de las gentes, y acabó su carrera terrestre muriendo como blasfemo, que tal fue considerado, por la honda doctrina de la Divinidad. inherente a Sí mismo y a todos los hombres, que predicara. Vino a dar al mundo un nuevo impulso de vida espiritual, a resucitar las íntimas enseñanzas referentes a esta vida, a apuntar de nuevo al antiguo estrecho sendero. a proclamar la existencia del "Reino de los Cielos", de la Iniciación, que da acceso al conocimiento de Dios que es vida eterna, ya dar entrada en este Reino a unos pocos capaces de ser maestros. Alrededor de esta Figura gloriosa se acumularon los mitos que la enlazaban con la larga serie de Sus predecesores, mitos alegóricos de sus vidas, que simbolizan la obra del Logos en el Kosmos y la evolución superior del alma individual humana.
Mas no se crea que la labor del Cristo en pro de Sus seguidores quedó terminada con el establecimiento de los Misterios, ni que se limitara a aparecer en ellos rara vez. Aquella Poderosa Entidad que usó del cuerpo de Jesús como vehículo, y cuya solicitud tutelar abarca toda la evolución espiritual de la quinta raza humana, dejó a cargo del santo discípulo que le había provisto de cuerpo, el cuidar de la Iglesia naciente. Jesús, habiendo dado cima a su evolución humana, "llegó a ser uno de los Maestros de Sabiduría y, habiendo aceptado el encargo especial de la Cristiandad, procura siempre guiarla por derecho derrotero y escudarla y protegerla y proveerla de alimento. El fue el Hierofante de los Misterios Cristianos, el Instructor directo de los Iniciados. Suya fue la inspiración que mantuvo viva la Gnosis en la Iglesia, hasta que la flotante masa de ignorancia llegó a tener tal magnitud, que ahogó la llama aún aventada por Su poderoso aliento. Suya fue la paciente labor que reforzó un alma tras otra para resistir la lobreguez de las tinieblas, y alimentar dentro de sí la chispa de la aspiración mística, el anhelo en buscar el Dios escondido.
Suyo fue el continuo imprimir la verdad en todo cerebro preparado para ella, de modo que la antorcha del conocimiento pasase de mano en mano a través de los siglos sin que jamás se extinguiese. Suya era la Figura enhiesta detrás del tormento y de las llamas, que alentaba a Sus confesores ya Sus mártires, y suavizaba las angustias de su muerte y colmaba de paz sus corazones. Suyo el impulso expresado en la voz de trueno de Savonarola, en la sabiduría sosegada de Erasmo, en la ética profunda del teomaníaco Espinosa. Suya la energía de Roger Bacon, de Galileo y de Paracelso en sus investigaciones de la Naturaleza. Suya la belleza que sedujo a Fra Angelico, a Rafael y a Leonardo da Vinci, que inspiró el genio de Miguel Ángel, que brilló ante los ojos de Murillo, que comunicó el poder de erigir las maravillas del Duomo de Milán, de San Marcos de Venecia y de la Catedral de Florencia, las sonatas de Beethoven, los oratorios de Handel, las fugas de Bach, el austero esplendor de Brahms. Suya la Presencia que animaba a los solitarios místicos, a los perseguidos ocultistas, a los pacientes investigadores de la verdad. El fue siempre el que por la persuasión o por la amenaza, por la elocuencia de San Francisco o por los sarcasmos de Voltaire, por la dulce sumisión de Tomás de Kempis o por la ruda virilidad de Lutero, trató de instruir o despertar a los hombres, de ganarlos a la santidad o de fustigarlos si, sordos, permanecían en el mal. En tantos siglos ha trabajado y luchado, y aun llevando encima el enorme peso de las Iglesias, no ha descuidado jamás ni dejado sin consuelo a alma humana que a El haya acudido. Ahora pone todo su empeño en convertir en beneficio de la Cristiandad parte de la grande oleada de Sabiduría que se está haciendo fluir para renovar el mundo, y busca en las Iglesias quien tenga oídos para oír la Sabiduría, quien responda a su llamamiento de mensajero, para llevarlo a su rebaño: “Aquí estoy; enviadme.”

Notas del presente capítulo
(1) II, San Pedro I. 5.
(2) Gal., IV, 19.
(3) II, Cor., V, 16.
(4) San Juan I, 14.
(5) Ibid, I. 32.
(6) S. Mateo III, 17.
(7) Ibid, IV, 17.
(8) I. Timoteo III, 16.
(9) S. Juan X, 34-36.
(10) S. Juan XIV, 18, 19.
(11) Valentino. Trad. por G. R. S. Mead. Pistis Sophia, lib. I, I.
(12) Antes, pág. 52
(13) Antes, 60.
(14) Ibid, lib. II, 218.
(15) Ibid, 230.
(16) Ibid, 357.
(17) Ibid, 377.

Por la V:.A:. Annie Bessant