viernes, 13 de julio de 2007

El V:.A:. Mario Roso de Luna


“Para los heterodoxos, Roso de Luna era un hombre de enorme peso intelectual. A lo largo de su intensa y fecunda vida dio siempre muestras de una gran generosidad de espíritu, lo que le llevó a dedicar buena parte de su trabajo a la divulgación científica.”

Nació un 15 de Marzo de 1872 y murió el 8 de Noviembre de 1931. Fue hijo único y tuvo marcada influencia en su educación, aparte de su madre, de dos tías solteronas y de sus tíos Mario y Manuel, poeta y músico el primero, y astrónomo el segundo, profesión esta a la que le hubiese gustado dedicarse como lo demuestran descubrimientos y estudios celestes, unos reconocidos y otros no. Cierra el círculo de las influencias familiares el novelista Felipe Trigo, casado con una prima suya, a quien nunca hizo caso en lo relacionado con dar un giro a la temática de sus libros.

A los 17 años sufrió una especie de meningitis de la cual se recuperó, ya desahuciado, tras un encuentro prodigioso y que narra en sus “Memorias Intimas”, incompletas e inéditas todavía.

La bibliografía rosoluniana, abarca un total de 22 obras mayores pertenecientes a sus “Obras Completas”, cuatro libros aparte, y múltiples opúsculos (novelas cortas y conferencias) que junto a la gran cantidad de trabajos aparecidos en la prensa de la época ya como colaborador o redactor fijo, constituyen por su volumen y variedad un impresionante esfuerzo por conocer primero, y divulgar después, no sólo las ideas espirituales del hombre moderno sino también los descubrimientos científicos y tecnológicos recientes a favor de la idea de Auto-Realización individual y de progreso social.

En la “Biblioteca de las Maravillas”, colección de libros teosofistas y entre los que se encuentra “El Libro que Mata a la Muerte”, nos habla de la Naturaleza y sus recónditos misterios: cavernas encantadas, ciudades subterráneas, tesoros ocultos guardados por dragones, la vida en la cuarta dimensión y los seres que la pueblan, etc; como buen filólogo daba a sus expresiones una forma mítica.

En “El Tesoro de los Lagos de Somiedo”, se convierte en autor natural del principado de Asturias, con personajes tomados del natural, descripciones paisajistas y citas arqueológicas y astronómicas. Habla además, en esta obra, de la catástrofe Atlante, de Dioses y de la Kábala de la Asturias medieval. El Viaje Astral queda manifiesto en “De Sevilla a Yucatán”, haciendo en él interesantes revelaciones sobre el continente Atlante. Y el estudio étnico-mítico de las razas queda expuesto en “De Gentes de otro Mundo”; su amor por la música en los libros sobre Beethoven y Wagner: “La importancia de la Música se debe a su labor de modelar el Alma Humana con un lenguaje Universal”. Su antimilitarismo en “La Humanidad y los Césares”: “La humanidad encumbra a los Césares que la oprimen y crucifica a los que la redimen”. En 1905 realizó el proyecto de una escuela modelo para la educación y enseñanza de niños anormales, demostrando así su preocupación por los temas sociales. Hizo un análisis profundo de los mitos y leyendas españolas en “El Arbol de las Hespérides” y en el 2º Tomo de sus “Conferencias Teosóficas en América del Sur”.

Sus obras desaparecidas ya de las librerías y las reediciones lentas, hacen que el haber leído una de sus obras se convierta en toda una aventura y un descubrimiento intransferible.


Vía: VOPUS

No hay comentarios: