lunes, 31 de marzo de 2008

Preparación para el ingreso a la Era de Acuario

Al ser la Era de Acuario una Era de la Luz, dirigida por cl sephirote CHOCMAH y el elemento aire.

Hay que comprender que es de vital importancia para toda persona que aspire a este ingreso extraordinario y trascendental a engrosar las filas de las personas que habitarán con cuerpo físico en la Era de Acuario.

Hay que comprender que al ser una época de luz, no podemos entrar a ella con nuestra tinieblas; para esto, nos debemos dedicar de una vez por todas, a crear la luz en nosotros, es decir: ¡Despertar Conciencia!.

Todos nuestros estudiantes gnósticos saben que las tinieblas en nosotros no son otra cosa que la viva representación de todos aquellos elementos infrahumanos que en nuestro interior cargamos, y que debemos darnos a la tarea de ir conociéndolos, comprendiéndolos y eliminándolos con las técnicas entregadas por el Venerable Maestro SAMAEL AUN WEOR.

No nos podemos engañar creyendo que vamos a ser habitantes de la Era de Acuario si continuamos como somos.

La Luz de Acuario debe tener un encuentro trascendental con la luz que hayamos creado en nosotros a través de la super disciplina gnóstica.

No olvide querido hermano, que el mundo está envuelto por un hechizo luciférico que impide que nosotros podamos emanciparnos sin hacer verdaderos super- esfuerzos.

La Luz en nosotros es indispensable para poder visualizar el camino.

La Era de Acuario está dirigida por CHOCMAH, el CRISTO COSMICO.

El CRISTO es la Luz. Para que el CRISTO COSMICO pueda liberarnos, es necesario que en nuestros corazones brille la luz de nuestro CRISTO INTIMO.

Así se realizará esa extraordinaria simbiosis de la Luz interior y la Luz exterior dentro de una armonía espiritual.

Es necesario que nuestros hermanos gnósticos se den a la tarea desde ya, a trabajar intensamente en la Obra tratada y dirigida por el CRISTO, para integrar dentro de sí las cinco condiciones fundamentales y esenciales en esta luminosa Obra, como son:

lro. Sacrificio Desinteresado por la Humanidad.

2do. Castidad Científica.

3ro. Negación de sí mismo.

4to. Desintegración de los Agregados Psíquicos.

5to. Y Perdón absoluto de las Ofensas.

El CRISTO como es sabido de todos, es una fuerza extraordinaria que llena todos los vacíos que tengamos en nuestra mente, en nuestra psiquis y en nuestra conciencia, cuando por un trabajo bien hecho hemos eliminado los elementos que allí cargábamos.

El CRISTO, a través del ETER DE VIDA, llena de alimento y de paz a los elementos: Tierra, Agua, Aire y Fuego, para que estos a su vez hagan las mutaciones.

Nos acondicionamos a través de una rectísima forma de vida: cambiando la forma de sentir, de pensar y de actuar, llenarnos de ese ETER DE VIDA para que nuestros elementos interiores también hagan sus mutaciones, llenándonos de vida, de armonía y de paz.

El elemento Aire en nosotros, que produce grandes convulsiones emocionales y mentales, debe ser mutado en pensamientos nobles de altruismo, de fe y seguridad.

Las emociones deben ser mutadas en momentos de meditación, oración, paz y amor.

El elemento Tierra, que produce en nosotros inercia, pereza y mala voluntad, debe ser mutado en actividad, diligencia, trabajo, ejercicios físico-esotéricos, llenándonos así de prana, de alegría.

El elemento Agua, que produce en nosotros estados melancólicos, lujuria, lascivia, debe ser mutado en altruismo, alegría, inspiración, a través de los ejercicios pránicos, pranayama y transmutación.

El elemento Fuego, que produce en nosotros estados terribles de ira, soberbia, violencia, debe ser transmutado en nosotros a través del silencio, la meditación, la oración, la comprensión en humildad, seguridad de sí mismo y amor.

Como usted ve, querido lector, la preparación para el ingreso a la Era de Acuario tiene que estar en concordancia con todas las características propias del Cristo.

Como ya dijimos, la Luz y el Movimiento son partes autónomas del mismo CRISTO. Sería injusto pensar que nuestra Obra se pudiera procesar dentro de los contextos de la inercia, pereza, mala voluntad, pasiones y razonamientos. El movimiento que ejerce la Era de Acuario en la naturaleza y en nosotros los humanos, nos invita a reflexionar que es la ERA DE LA INTUICION. Si nosotros queremos continuar manejando el destino de nuestra vida con la mente, estaríamos demasiado atrasados para ingresar a la Era de Acuario.

La mente es el centro más lento de nuestra máquina humana; en su orden le sigue el centro del movimiento; posteriormente el centro emocional; le sigue el centro instintivo, y por último el centro sexual.

Quisiéramos hacer una aclaración para mejor comprensión. De arriba hacia abajo cada centro va siendo más rápido, quiere decir esto que el centro sexual es el más rápido de los demás. Esto tiene una explicación esotérica: el centro sexual viene siendo el generador de la energía Crística, CRISTO mismo.

La única facultad que el ser humano tiene, más rápida que estos cinco centros, está en el corazón: es la INTUICION, para nosotros poder manejar con sapiencia y sabiduría los hidrógenos pesados que se procesarán en estos cinco cilindros de la máquina humana.

Es necesario que nos demos a la tarea en nuestro diario vivir, a desarrollar nuestro mundo intuicional. Esto se hace con la disciplina gnóstica, observación, auto· observación, inspiración, devoción y adoración.

Quien así procede no va a tener tiempo desocupado para estar pensando en cosas ambiguas e inútiles; sólo tiene tiempo para observar lo que hace, lo que está a su alrededor; sólo tiene tiempo para auto·observarse: ¿Qué piensa? ¿Qué siente?.

Sólo tiene tiempo para inspirarse en las cosas bellas de la naturaleza y del Creador.

Sólo tiene tiempo para tener devoción, hacer oración pidiéndo por sí mismo, por la humanidad, recibiéndo el pan de la transubstanciación para llenarse de paz y alegría, y en las horas de descanso adorar desde su corazón al Todopoderoso.

El tiempo es relativo, cuando no se sabe aprovechar. Cuando se hace buen uso de él,convertimos su realitividad en un punto, un eterno ahora y un corazón.
De "La Era de Acuario" V.M. Lakshmi

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