sábado, 16 de enero de 2010

La mente y la intuiciòn

El hombre mental reside en la cabeza con sus 7 portales. El cerebro está hecho para elaborar el pensamiento, pero no es el pensamiento. El cerebro es tan solo el instrumento del cuerpo mental.

El cuerpo mental es un organismo material, pero no es el organismo físico. El cuerpo mental tiene su ultrafisiología, y su ultrabiologia y su patología interna que los actuales hombres de ciencia desconocen por completo. El cuerpo mental está envuelto en una sedosa envoltura que lo protege y lo mantiene en línea con el sistema nervioso-cerebro-espinal. Esta envoltura es la armadura engendrada del cuerpo mental, dicha armadura está recubierta toda de ciertos “conos truncados” llamados “módulos”, los cuales vienen a ser los sentidos del cuerpo mental.

Entre esos centros sensoriales del cuerpo mental hay uno que le permite manejar las corrientes seminales, individuales y universales.

También existen en nuestro cuerpo mental ciertos sentidos que nos permiten recibir la sabiduría de las distintas estrellas La parte inferior de nuestra armadura vino a formar las circunvoluciones del cerebro. El cuerpo mental tiene un núcleo atómico que le sirve de base: dicho núcleo es el átomo maestro de la mente. El átomo maestro de la mente tiene toda la sabiduría de la naturaleza y el que a través de la meditación interna aprenda a comunicarse con dicho átomo él lo enseña e instruye en la Sabiduría cósmica, porque él es sabio.

El átomo maestro reside en nuestro sistema seminal, pero practicando magia sexual, el átomo sube a la cabeza y entonces nos ilumina en el mundo de la mente.

La armadura argentada brilla como el oro cuando practicamos magia sexual, porque millones de átomos transformativos de altísimo voltaje, la recubren y transforman totalmente. Entonces sí viene el despertar de la conciencia y la aristocracia de la inteligencia. Entonces sí se puede hablar de cultura mental y de transformación étnica.

La mente se divide entre mente concreta y mente abstracta.

Una cosa es la crítica de la razón práctica y otra cosa es la crítica de la razón pura. Los conceptos de contenido de la crítica de la razón práctica, se fundamentan en las experiencias de las percepciones sensoriales externas, y los conceptos de contenido de la crítica de la razón pura, se alimentan de las ideas a priori y de los intuitos.
El Brahama-vidya es la mente del Íntimo.

La mente del Íntimo viene a ser el fruto o extracto de todas las experiencias adquiridas con el cuerpo mental

El Brahama-vidya viene a ser el cuerpo aureolado de la victoria, mencionado en el libro “Dioses Atómicos”.

Una cosa es la mente como mente y otra cosa es la mente como instrumento. De las uniones momentáneas del Brahama-vidya con el cuerpo mental resultan las grandes iluminaciones cósmicas: el alma unida entonces con el Intimo se sume dentro de la grande alma del mundo, la súper-alma de Emerson, y percibe todas las maravillas macro-cósmicas; pero para realizar estas maravillas es necesario haber abierto el ojo de “Dagma”; este ojo es la intuición.

El que ya es intuitivo tiene un cuerpo mental especialmente constituido. El núcleo de una mente así, es un círculo de color violáceo resplandeciente. El libro Azug llama a esta mente así organizada “Damiorfla”. Un “Damiorfla” no se doblega ante las potencias del mal ni tampoco es esclavo de “maya” (la ilusión).

El que quiera estudiar el “Azug”, libro de la sabiduría oriental, tiene que someterse primero a las grandes y terribles pruebas iniciáticas. Yo recibí ese libro de manos del auténtico Maestro de la sabiduría Kout-Humi (K. H.)


Cherenzi, Paúl C. Jagot, Marde y Arkinson, no han sido mas que grandes charlatanes, pietistas y paranoicos embaucadores que solo han conocido las actividades inferiores del entendimiento. ¿Cuál de ellos conoció la ultra-fisiología y ultra-biología del cuerpo mental? La mayor parte de esos ampulosos psicólogos practicistas con sus famosas inyecciones psicológicas no saben sino de reacciones sensoriales y atavismos subconscientes, pero ¿cual de ellos conoce la estructura del cuerpo mental de un Brahamin? ¿Cuál de ellos conoce el uso y el manejo del tridente? Todos esos famosos psicólogos modernistas no son sino analfabetos en su ramo.

Una cosa es la razón y otra cosa es la intuición. La razón solo se alimenta de percepciones sensoriales externas. (Por medio de los sentidos percibe o recibe las impresiones y ella elabora las sensaciones), por ende es negativa y limitada.

El razonativo cree llegar a la verdad a través del batallar de las antítesis que dividen la mente y que la incapacitan para comprender la verdad.

El intuitivo, solo sabe escuchar la voz del silencio, y en su mente serena se reflejan con esplendente belleza las verdades eternas de la vida.

El razonativo convierte su mente en un campo de batalla lleno de prejuicios, miedo, apetencias, fanatismos, teoría y sus conclusiones siempre le deben ser favorables. Un lago turbio no puede jamás reflejar el sol de la verdad.

La mente del intuitivo fluye serena y silenciosa, lejos, muy lejos del negro batallar de las antítesis y de la tempestad de los exclusivismos.


La mente del razonativo es como un barco que solo sabe cambiar de muelles, y desde esos muelles que se llaman escuelas, teorías, religiones, partidos políticas, etc., acciona y reacciona con los preceptos ya establecidos. Una mente así es esclava de las energías estancadas de la vida, por ende tiene complicaciones y dolor.

Los hijos de la intuición, cual águilas rebeldes, se remontan altaneras hacia el sol de las grandes verdades inefables, libres del miedo, de ansias de acumulación, libres de sectas, religiones, escuelas, prejuicios sociales, fanatismos de banderas, apetencias, teorías, intelectualismos, odios, egoísmos, etc.

La mente del intuitivo fluye serena y silenciosa, deliciosamente como fuente cristalina de resplandeciente belleza entre el augusto tronar del pensamiento. El cuerpo mental del intuitivo es un vehículo maravilloso del Íntimo. La mente del intuitivo solo actúa bajo la dirección del Intimo y de ello resulta la recta acción, el recto pensar y el recto sentir.

El hombre que en él mundo solo sé mueve bajo la dirección del Íntimo, es feliz porque está lejos de toda clase de complicaciones y conflictos.

Para llegar a las cimas inefables de la intuición, hay necesidad de vivir integralmente de acuerdo con las sabias enseñanzas que el Divino Rabí de Galilea trajo a la tierra. Son las enseñanzas del Cristo las que nos conducen a las cimas inefables de la intuición. Lo interesante es movernos en el mundo físico exactamente de acuerdo con las sabias enseñanzas del Maestro. Lo interesante es hacer carne y sangre en nosotros las enseñanzas del Cristo.

Cristo no vino a fundar religiones: Cristo vino a unirnos con el Íntimo. (Nuestro Padre eterno).

“Todas las enseñanzas del Cristo tienen el gran ritmo musical del plano de las oleadas de vida, que es el mundo búdico o intuicional. El mantram Aum maní padme jum, vocalizado 10 minutos diarios, desarrolla la intuición. Ese mamtram se pronuncia así: om... ma... ssssss...iiiiiii pad....me....yom... Éste es el mantram de la intuición”.

La práctica de las enseñanzas Crísticas despierta el chacra del corazón en nosotros y pone en actividad el cuerpo búdico o intuicional, que nos conduce a la sabiduría y a la felicidad eterna. La magia sexual forma parte de las enseñanzas que Cristo enseñó en secreto a sus 70 discípulos, y conforme vamos practicando las enseñanzas Crísticas, el cuerpo etérico se va reorganizando totalmente, aumentando el volumen de los dos éteres superiores: cierto centro que se forma en la cabeza, desciende al corazón y organiza este centro para la intuición.

Al no desperdiciar nuestra fuerza Crística, se forma una malla protectora al alrededor del cuerpo etérico y en esta forma queda este cuerpo protegido de las corrientes externas. El cuerpo físico también se hace más fino y fuerte y hasta el rostro se transforma y embellece.

Las enseñanzas del Logos Solar operan sobre todos nuestros cuerpos internos y los convierten en finos instrumentos del Íntimo. Lo importante es vivir están enseñanza en la vida practica. Muchos confunden tristemente la mente cósmica con la conciencia cósmica. Una cosa son las ondas de la mente y otra cosa son las ondas de la conciencia.

La mente se nutre de la conciencia. La conciencia cósmica reúne las ondas afines de la mente. El tridente simboliza el juego de triple fuerza de los átomos transformativos de la mente.

El cuerpo mental no es el “yo”. El cuerpo mental solo es un instrumento del “yo”, y pretenden algunos falsos profetas esclavizar a sus discípulos de ese instrumento material: eso es el colmo de la necedad.

La mente del intuitivo es un cáliz inefable lleno de sabiduría.

La mente del intuitivo es el cáliz del Santo-Grial repleto de la sangre del Mártir del Gólgota.

La mente del intuitivo es la copa sagrada del Pleroma, es la copa sagrada del Samadhi, es el licor de los dioses, es el Soma que beben los señores de la mente, es licor del amor, es el licor búdico, es el vino de luz, ya transmutado en la retorta ígnea de la bella Elena. ¡Es la copa de los dioses inmortales!
Samael Aun Weor